¿Qué motiva a una mujer a dedicar su vida a la ciencia, aún en un entorno desigual, y transformar ese conocimiento en soluciones para el planeta? La historia de Lucy González, reconocida en la categoría Ciencias del Premio Mujer Tec 2025, tiene esa respuesta y mucho más.

Cada día, Lucy González, destacada científica en el Tecnológico de Monterrey, comienza su jornada antes del amanecer. Clases, asesorías, análisis de contaminantes y redacción de artículos científicos forman parte de una rutina que no persigue prestigio, sino impacto ambiental y justicia social.
Originaria de Venezuela, Lucy llegó a México a los 16 años para estudiar Química Industrial. Hoy, lidera investigaciones clave desde el Centro del Agua del Tec, donde desarrolla tecnologías que degradan contaminantes persistentes del aire y del agua. Su trabajo combate directamente las crisis ambientales que afectan a millones.
Reconocimiento por una trayectoria excepcional
Este 2025, Lucy fue galardonada con el Premio Mujer Tec en la categoría Ciencias, que reconoce a mujeres que están transformando su campo con talento y compromiso. Su investigación no solo aporta a la sostenibilidad ambiental, sino que representa una forma de responsabilidad social y feminista de ejercer la ciencia.
El premio no es casual. Lucy logró ascender del nivel candidato al nivel 2 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), un salto poco común en la academia mexicana. Esta hazaña refleja su excelencia, pero también los obstáculos estructurales que ha enfrentado como mujer en la ciencia.
Desigualdad en la investigación: Lucy González no se detiene
La carrera de Lucy es un ejemplo de resistencia en un sistema donde las mujeres científicas suelen tener menor acceso a financiamiento, visibilidad y redes de apoyo. Su avance demuestra que el talento no tiene género, pero también que el sistema sí tiene sesgos. Por eso, su historia es también una herramienta pedagógica: Lucy inspira a jóvenes interesadas en la ciencia a persistir, a preguntar, a investigar y a transformar su entorno desde la evidencia y el pensamiento crítico.
Para Lucy, hacer ciencia es también formar a otras. Su compromiso con el conocimiento no termina en el laboratorio; se extiende al aula, a los congresos, y a cada conversación con estudiantes que se preguntan si “la ciencia es para ellas”. Y su respuesta es clara: sí, lo es.
En un contexto global marcado por la crisis climática y la urgencia ambiental, la labor de científicas como Lucy González es indispensable. Su historia combina talento, ética y una profunda vocación de servicio. Desde el laboratorio, Lucy no solo combate contaminantes. También rompe estereotipos, construye comunidad y siembra futuro. Un futuro más limpio. Un futuro más justo.
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