¿Qué ocurre cuando una escultura amazónica abraza a un símbolo del poder imperial? La respuesta se encuentra en la más reciente exposición de Adriana Varejão, «Don’t Forget, We Come From the Tropics«, abierta al público hasta el 22 de junio de 2025 en la Hispanic Society Museum & Library de Nueva York. Esta muestra, profundamente crítica y visualmente impactante, reconfigura la historia desde una mirada descolonizadora y feminista, invitando a reflexionar sobre los vínculos entre arte, poder e identidad.

La pieza central de la exposición es una intervención monumental: una sucuri (anaconda amazónica) que se enrosca en la estatua ecuestre de El Cid, ubicada frente al museo. Con esta acción, Adriana Varejão confronta directamente el legado del imperialismo y la masculinidad heroica que representa el conquistador. La serpiente —símbolo de fuerza natural, regeneración y resistencia— revierte la narrativa de dominación, devolviendo al espacio público una mirada desde el sur global.
El universo visual de Adriana Varejão dentro del museo
La instalación exterior se complementa con obras nuevas de la serie Plate, en las que la artista brasileña combina cerámica histórica con elementos de la biodiversidad amazónica. Estas piezas, realizadas en fibra de vidrio y pintadas al óleo, muestran en su anverso representaciones exuberantes de flora y fauna tropical, mientras que en el reverso evocan patrones de cerámicas de tradiciones como la Marajoara precolombina, Iznik y Palissy.
Con este recurso visual, la artista interpela las jerarquías tradicionales del arte que han considerado a la cerámica como una disciplina menor. Varejão eleva este soporte al nivel de la gran escultura contemporánea, resignificando sus raíces culturales e históricas.
Un homenaje a las raíces tropicales y femeninas
El título de la exposición, ”Don’t Forget, We Come From the Tropics», hace eco de las palabras de la escultora brasileña Maria Martins, figura clave en el modernismo latinoamericano. Martins defendía la riqueza cultural del trópico y su importancia en la configuración de una identidad artística propia. Varejão retoma este legado, no solo para honrarlo, sino para ampliarlo desde una lectura interseccional que incluye género, raza y memoria colectiva.
A lo largo de su trayectoria, la disruptiva artista ha abordado temas como el mestizaje, la violencia colonial y la cultura indígena, con una mirada comprometida y profundamente crítica. Esta exposición no es la excepción: cada obra es una invitación a revisar los relatos dominantes que han invisibilizado a los pueblos originarios y sus expresiones culturales.
Quienes visiten la muestra podrán experimentar un espacio donde el arte contemporáneo se convierte en herramienta de denuncia, cuestionamiento y reconstrucción simbólica. Sin duda, esta propuesta de Adriana Varejão es imprescindible para quienes buscan en el arte algo más que estética: una vía para pensar y transformar el mundo.
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