¿Puede una canción pop ligera convertirse en un manifiesto emocional con mirada feminista? Con Manchild, Sabrina Carpenter responde que sí. Este nuevo lanzamiento, publicado el pasado cinco de junio, no solo marca un regreso a los charts, sino que también inicia una conversación sobre relaciones, límites emocionales y crítica desde la ironía. Sigue leyendo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre el sencillo que ya está dando de qué hablar.

Manchild combina sonidos que evocan libertad: sintetizadores ochenteros, guiños a la música disco y un ritmo pop con aire country. Producida por Jack Antonoff y la propia Sabrina, esta canción condensa con ligereza una experiencia común: lidiar con hombres emocionalmente inmaduros. Frases como “Why so sexy if so dumb?” o “Half your brain just ain’t there” no buscan venganza, sino exponer con humor una frustración compartida por muchas. Sabrina explicó que el tema nació de una sesión informal con Antonoff y Amy Allen, poco después de lanzar Short n’ Sweet, como una forma de bailar mientras se suelta lo tóxico.
“Manchild” como símbolo del nuevo pop feminista
Este nuevo lanzamiento va más allá del ritmo pegajoso. El videoclip, dirigido por Vania Heymann y Gal Muggia, ubica a Sabrina como una viajera errante que encuentra personajes masculinos absurdos: desde lavadores de autos con gasolina hasta motociclistas caricaturescos. En un paisaje desértico, la artista convierte cada encuentro en una escena de comedia crítica. Las referencias visuales van desde Planet Terror hasta Sucedió una noche, sin dejar de lado un guiño a Circe, la hechicera mitológica que convertía a los hombres en animales. Aquí, el simbolismo es claro: la protagonista se enfrenta, con humor y poder, a estereotipos que ya no la condicionan.
Aunque algunos fans apuntan que el nuevo lanzamiento podría estar inspirado en su ex Barry Keoghan, Sabrina Carpenter ha dejado claro que no se trata de una dedicatoria personal. La canción bebe de vivencias acumuladas y relaciones donde la mujer termina ejerciendo roles de madurez que no le corresponden. Este enfoque, lejos de ser una crítica aislada, se inscribe en una corriente musical que normaliza la expresión del enojo femenino como forma de empoderamiento.
Cierre con intención: el pop también puede cuestionar
Manchild no solo apunta a ser el hit del verano: también sirve como plataforma para que más mujeres se vean reflejadas en letras que no temen nombrar lo incómodo. Con una mezcla de sátira, estética cinematográfica y producción precisa, Sabrina Carpenter ofrece un mensaje claro: hay fuerza en el humor, poder en la crítica, y belleza en soltar lo que ya no sirve.
En ese sentido, lo último de Carpenter es más que un sencillo: es un recordatorio musical de que, a veces, un buen eye-roll también es una forma de liberación.
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