Detrás del reciente premio que recibió Alma Yadira Quiñonez, hay más que mérito científico: se trata de romper techos de cristal en un campo dominado históricamente por hombres. Este reconocimiento no solo celebra su trayectoria. También el avance de las mujeres mexicanas en la ciencia y la tecnología.
Alma Yadira Quiñonez es doctora en Inteligencia Artificial, con estudios realizados en España gracias a una beca del programa Jóvenes Doctores. Actualmente es investigadora en la Facultad de Informática Mazatlán de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y miembro del Sistema Nacional de Investigadoras. Su carrera abarca más de dos décadas en investigación aplicada, ciencia de datos y liderazgo académico.
A lo largo de su trayectoria, la doctora Alma se ha consolidado como una figura clave en el desarrollo de IA con enfoque ético e inclusivo. Su trabajo no sólo ha impactado en lo académico: también ha formado a nuevas generaciones de científicas y científicos, especialmente en el noroeste del país.
Reconocimiento internacional para Alma Yadira Quiñonez
En mayo, la doctora Alma fue seleccionada como una de las finalistas a Investigadora del Año en Inteligencia Artificial en los Premios Mujeres en IA de Norteamérica. Este galardón, entregado por la organización internacional Women in AI, distingue a las científicas más influyentes del continente. La ceremonia tuvo lugar en Toronto, Canadá, el 6 de junio, reuniendo a líderes del sector tecnológico y académico.
Este reconocimiento marca un antes y un después: nunca antes una mujer mexicana había sido reconocida en esta categoría. Su nominación se basó en su innovación científica, impacto social y capacidad de liderazgo en el desarrollo de tecnologías responsables.
Un referente para niñas y jóvenes en tecnología
El logro de la doctora Alma no es solo personal. Representa un avance colectivo en el acceso de las mujeres a carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). En un entorno donde las brechas de género persisten —y donde las investigadoras enfrentan menos oportunidades y visibilidad—, su presencia internacional demuestra que las mexicanas pueden liderar proyectos tecnológicos con ética, visión y rigor científico.
Además, su trabajo en la UAS fortalece la formación de talento local en Sinaloa y abre posibilidades de colaboración internacional, ampliando el horizonte de la inteligencia artificial hecha en México.
El legado apenas comienza. El nombre de Alma Yadira Quiñonez ya está inscrito en la historia de la ciencia mexicana. Su impacto en la IA con perspectiva de género, su compromiso con la formación de nuevas generaciones y su liderazgo en el ámbito académico consolidan un legado que recién comienza. Su reconocimiento internacional no sólo visibiliza a las mujeres en la tecnología, sino que inspira a seguir luchando por un futuro científico más justo y representativo.
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