“Salí del vientre de mi mamá con una maleta…” Así comenzó Denisse Guerrero, vocalista de Belanova, su poderoso discurso tras recibir el Premio Maguey Trayectoria en la Cineteca Guillermo del Toro. No se trató sólo de una afirmación bonita, fue el inicio de una reivindicación profunda. Su diferencia, su inadaptación, no fue una carga sino una brújula. En un país donde la norma ha sido callar lo distinto, su voz resuena como refugio y como bandera.

Denisse Guerrero no subió al escenario el para recibir el premio Maguey y celebrar únicamente su carrera musical, sino para agradecer el proceso personal que la trajo de vuelta. Tras una pausa de cinco años, motivada por su salud mental y física, volvió no para complacer al mercado, sino para hablar desde un lugar de vulnerabilidad y renovación.
“Si voy a ser una inadaptada, voy a ser la mejor inadaptada”, dijo entre aplausos. Esa afirmación encapsula una ética valiente: convertir lo que otros rechazan en un acto de resistencia, en una estética, en un relato que suma dignidad.
Denisse Guerrero y el poder de las palabras como refugio
Durante su discurso y en una posterior masterclass, la vocalista de Belanova explicó que las palabras le han servido de “lugar seguro”. Esta revelación no es menor: para muchas mujeres y personas queer, la palabra y la expresión artística son también herramientas de supervivencia y reconstrucción. Su discurso no fue solo agradecimiento, sino declaración de principios: “La autenticidad es un espacio seguro desde donde podemos crear”.
Guerrero también subrayó su conexión con la cultura queer y el arte pop. Reconoció que este premio no solo honraba su trayectoria, sino también el vínculo emocional y político que ha construido con una comunidad diversa, muchas veces marginada.
La inadaptación como forma de libertad
Frente a una industria que premia la obediencia y castiga la diferencia, Denisse eligió afirmarse como una artista libre. Contó que sus inicios fueron marcados por esa sensación de no pertenecer, pero que fue justamente eso lo que le permitió crear una obra que desafía las convenciones y conecta con lo íntimo.
Al recuperar su voz tras años de silencio, dejó claro que no vuelve para ser la de antes. Vuelve con un compromiso renovado con la honestidad, la empatía y la diferencia como fuerza creativa.
Una artista que inspira a resistir desde la autenticidad
Denisse Guerrero nos recuerda que ser inadaptada no es una falla, sino una forma legítima y luminosa de habitar el mundo. Su regreso no solo marca una nueva etapa en su carrera, sino también un gesto político y cultural que inspira a quienes se sienten fuera de lugar. En un contexto donde las narrativas diversas son más necesarias que nunca, su voz vuelve a brillar.
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