¿Sabías que el rugby está transformando la vida de miles de mujeres en México? Una iniciativa reciente no solo está abriendo puertas en el deporte, sino también creando espacios seguros, solidarios y llenos de oportunidades. Se llama DestElla, y está marcando un antes y un después en la historia del rugby femenil. ¿Qué la hace tan relevante y cómo está cambiando el panorama para las jugadoras mexicanas? Aquí te lo contamos.

DestElla es mucho más que un programa deportivo. Es una propuesta concreta para reducir la brecha de género desde el campo de juego. Impulsada por la iniciativa de Iberdrola México, fue lanzada en junio de 2024 con el objetivo de empoderar a mujeres y niñas a través del deporte. En su primer año, atendió a más de cuatro mil personas, con más de 125 activaciones en universidades de todo el país.
Gracias a este esfuerzo, las jugadoras reciben uniformes, equipo, acceso a gimnasios y apoyo completo en competencias de alto rendimiento: alimentación, alojamiento y traslados. Además, se ha generado una red de apoyo que incluye entrenadoras, árbitras, estudiantes y familias comprometidas con una nueva cultura deportiva basada en la inclusión.
DestElla y el impulso al rugby femenil universitario
Uno de los logros más visibles de la iniciativa fue el Torneo Interuniversitario Iberdrola México–DestElla, celebrado el pasado diecisiete de mayo. En modalidad de rugby siete, el torneo reunió a cinco equipos femeniles: Tigritas (UANL), Pumitas, Búfalas, Lanceras y Jaguares. Más allá de la competencia, este encuentro visibilizó valores clave como la disciplina, el respeto y la solidaridad entre mujeres deportistas.
Figuras como Cinthia Villarreal, jugadora destacada, subrayan que el rugby les da confianza y preparación para la vida. Por su parte, Daniela Rosales, coordinadora de arbitraje, insiste en que el deporte debe eliminar las barreras económicas y culturales que enfrentan las mujeres. Este enfoque no es casual: la iniciativa de Iberdrola México contempla también el desarrollo integral de las participantes. No solo se forman jugadoras, sino también líderes capaces de transformar sus comunidades desde una perspectiva feminista.
Un espacio de resistencia y comunidad
En un país donde sólo el 36.8 por ciento de mujeres adultas practica actividad física y donde el acceso a infraestructura deportiva es limitado (apenas el treinta por ciento lo tiene), la iniciativa representa una herramienta poderosa contra la desigualdad y la violencia de género. El rugby, bajo esta visión, se convierte en refugio, en escuela de liderazgo, en plataforma de transformación. La presencia femenina en este deporte ya no es una excepción: es una declaración de resistencia.
El cambio ya está en marcha. Gracias a esta iniciativa de Iberdrola, México ha escalado posiciones en rankings internacionales y, sobre todo, ha construido una comunidad de mujeres que hacen del rugby un espacio inclusivo y respetado. Esta iniciativa de Iberdrola México demuestra que invertir en las mujeres transforma el deporte, y también la sociedad. El futuro del rugby femenil se escribe con ellas.
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