En Brasil, ser mujer negra significa enfrentar múltiples formas de discriminación. Pero también significa resistir. Lúcia Xavier es una de las voces más influyentes en esta lucha, una activista que ha dedicado su vida a erradicar el racismo y el sexismo sistémico. Su historia es un testimonio de valentía y organización colectiva.

Lúcia Xavier es una activista y trabajadora social brasileña, ampliamente reconocida por su incansable labor en defensa de los derechos de las mujeres negras. En 1992, fundó la ONG Criola, una organización dedicada a combatir el racismo, el sexismo y la homofobia en Brasil. Su trabajo ha sido fundamental para visibilizar las problemáticas que afectan a este sector de la población y generar políticas públicas más inclusivas.
Un enfoque interseccional para el cambio social
La perspectiva de Xavier es interseccional: entiende que el racismo, el sexismo y la desigualdad económica están profundamente entrelazados. Su activismo no solo aboga por los derechos de las mujeres negras, sino también por la infancia, el acceso a la vivienda, la salud y la inclusión de la población LGBTIQ+ en las políticas públicas.
Según el Informe Anual de Seguridad Pública de Brasil, el 82.7 por ciento de las personas asesinadas por la policía son negras. Este dato alarmante ha motivado a Xavier a trabajar junto a madres en duelo, quienes buscan justicia para sus hijos víctimas de violencia policial. Para ella, la resistencia no es solo una opción, es una necesidad para la supervivencia de las mujeres negras en Brasil.
El trabajo de Lúcia Xavier como motor de transformación
A pesar de los desafíos, Lúcia Xavier mantiene la esperanza en la acción colectiva. Su trabajo ha fortalecido la representación de las mujeres negras en espacios políticos y públicos, generando cambios tangibles en la sociedad brasileña. En el trigésimo aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, hizo un llamado a renovar compromisos y dar un papel protagónico a las jóvenes en la construcción de un futuro más justo.
Por su incansable labor en defensa de los derechos humanos, Lúcia Xavier ha sido galardonada con varios reconocimientos, entre ellos la Medalla del Reconocimiento Chiquinha Gonzaga. Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de activistas y militantes feministas que buscan un Brasil más igualitario.
Lúcia Xavier no solo ha denunciado las injusticias, sino que ha trabajado activamente para erradicarlas. Su historia nos recuerda que el cambio es posible cuando la resistencia y la organización colectiva se convierten en el motor de la transformación social.
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