¿Puede una ex campeona seguir haciendo historia fuera de la cancha? Venus Williams, quien hoy cumple 44 años, es prueba viva de que la edad no limita la grandeza. Su trayectoria, marcada por títulos, activismo y resiliencia, también refleja cómo el edadismo afecta especialmente a las mujeres en el deporte. En un mundo que impone límites cronológicos y de género, Venus sigue abriendo camino.

Desde su debut profesional en 1994, Venus Williams redefinió lo que significa ser una tenista de alto rendimiento. Fue la primera mujer negra en alcanzar el primer puesto del ranking mundial en 2002. Acumula siete títulos de Grand Slam, cuatro medallas olímpicas y una carrera que combina logros deportivos con impacto social. Pero hoy, más allá de los récords, su presencia es símbolo de resistencia ante un sistema que excluye a los cuerpos que envejecen.
Más que una ex campeona
Aunque no compite oficialmente desde 2023, Venus no se ha retirado del circuito profesional. Su última participación individual fue en Indian Wells 2024, y ha rechazado invitaciones para torneos recientes. Fuera del top 100 y actualmente sin estar activa en los controles antidopaje de la WTA, su futuro competitivo es incierto. Aun así, podría volver como wildcard en torneos selectivos, como Wimbledon.
Mientras tanto, ha ganado protagonismo en los medios como comentarista de TNT Sports, brilló en el Met Gala 2025 y lidera sus emprendimientos: la línea deportiva EleVen y V Starr Interiors. También es cofundadora de la plataforma de diseño con IA, Palazzo. Desde cada trinchera, Venus demuestra que ser una mujer deportista y mayor no implica desaparecer.
El edadismo en el deporte: una barrera silenciosa
La historia de Venus pone en evidencia un problema estructural: el edadismo en el deporte. Este sesgo limita la participación de personas fuera del “rango ideal”, especialmente mujeres, al asumir que la edad conlleva un declive físico inevitable. Sin embargo, estudios recientes desmienten esa idea: el envejecimiento no aumenta el riesgo de lesión ni dificulta la recuperación tras el ejercicio.
Más allá de la ciencia, las normas deportivas suelen excluir a las y los atletas senior, con topes de edad y categorías injustas. Además, muchas mujeres enfrentan una doble discriminación: por edad y género. Son invisibilizadas en los medios, presionadas estéticamente y desvalorizadas como competidoras. La narrativa dominante sigue glorificando la juventud, ignorando la experiencia.
El legado vigente de Venus Williams
Venus Williams no solo ha sido una tenista excepcional. También es una activista por la igualdad de género, empresaria innovadora y referente cultural. Su lucha por la paridad salarial en Wimbledon y su apoyo a causas sociales consolidan su impacto más allá del deporte.
Hoy, su influencia continúa desde nuevos espacios. A sus 44 años, mantiene viva la pregunta: ¿volverá a competir? ¿O su legado crecerá aún más desde fuera de la cancha? En cualquier caso, Venus sigue rompiendo moldes. Y en un entorno donde el edadismo es la norma, su sola existencia es un acto de rebeldía. Porque hay figuras que no envejecen: evolucionan.
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