¿Cómo logra una niña de apenas 11 años convertirse en un símbolo de esperanza en uno de los lugares más devastados del planeta? La historia de Yaqeen Hammad no es solo un testimonio de inocencia perdida, sino también de resistencia, ternura y compromiso en medio de la guerra. Su vida breve, pero luminosa, dejó una huella profunda en miles de personas dentro y fuera de Gaza.

Yaqeen Hammad, niña palestina, vivía en el barrio de Al-Baraka, en Deir al-Balah, en el corazón de la Franja de Gaza. En un entorno marcado por la escasez y el asedio, usó lo que tenía a su alcance: una cámara y una voz. A través de sus redes sociales, especialmente Instagram, documentaba la vida bajo los bombardeos. Pero no desde el dolor, sino desde la humanidad.
Mostraba cómo cocinar sin gas, cómo jugar cuando no hay nada, cómo compartir un helado en un campamento de desplazados. Su sonrisa, constante, se convirtió en una especie de refugio emocional para quienes la seguían. Su contenido no solo informaba: acompañaba.
Activismo desde la infancia: Yaqeen Hammad, alegre influencer en medio del horror
Desde muy joven, Yaqeen colaboró con el colectivo humanitario Ouena, junto a su hermano Mohamed. Era la voluntaria más joven del grupo. Distribuía alimentos, ropa y juguetes, y participaba en iniciativas educativas como Dar Aisha Al-Khaliliyah, una escuela coránica para niñas.
Este tipo de acciones, invisibilizadas muchas veces por los grandes medios, revelan otra cara de los conflictos armados: la capacidad de organización comunitaria desde edades tempranas, y la fuerza del activismo liderado por niñas y mujeres en territorios ocupados.
Una muerte que sacudió conciencias
La noche del 23 de mayo de 2025, un bombardeo israelí alcanzó su casa. A Yaqeen se le privó de la vida entre los escombros, junto a otros civiles, incluidos varios niños. Su historia conmovió a miles al tiempo que avivó la llama que clama por la libertad del territorio y su gente. El periodista palestino Mahmoud Bassam escribió: “Su cuerpo puede haberse ido, pero su impacto sigue siendo un faro de humanidad”.
Su vida se apagó en el mismo ciclo de ataques en el que también fallecieron nueve de los diez hijos del pediatra Alaa Amir al-Najjar. Desde octubre de 2023, más de 16,500 niños han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud de la región.
Un legado que trasciende fronteras
Con más de 100 mil seguidores, esta activista e influencer infantil logró visibilizar la vida cotidiana en Gaza con una ternura poco común. Su historia ha sido comparada con la de Ana Frank: niñas que, en medio del horror, eligieron documentar, compartir y resistir.
Yaqeen Hammad no será olvidada. Su vida corta, pero profundamente significativa, nos recuerda que incluso en los lugares más oscuros, hay luces que eligen no apagarse. Su legado sigue vivo, inspirando a quienes luchan por la paz y la justicia en Gaza y más allá.
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