2025 ha sido declarado el Año de la Mujer Indígena, y el 11 de febrero es celebrado el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. La psicóloga e investigadora Adriana Rivas destaca por su trabajo y reciente conferencia.

Adriana Rivas es una psicóloga social perteneciente a la comunidad Rarámuri. Su trabajo incluye formar parte de la Red Mexicana de Investigadoras Indígenas y participar como ponente en la Universidad de Harvard. Adriana es fiel creyente de que la formación continúa es el camino que lleva a un futuro prometedor.
La conferencia acerca de la educación y formación de Ariadna Rivas
El pasado 7 de febrero Adriana participó como ponente en el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Chihuahua (Icatech) durante la conferencia “Cómo la Capacitación Cambió mi Vida”. Además de resaltar la importancia del conocimiento y la educación, la psicóloga e investigadora también tocó el importante tema de la preservación de la cultura indígena.
Aunque mujeres como Adriana han tenido la oportunidad de acceder a educación y, gracias a su gran esfuerzo, han obtenido reconocimiento nacional e internacional, el problema que enfrentan las mujeres indígenas continúa siendo considerable.
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La brecha de género es un problema social complejo y persistente que afecta a mujeres en todo el mundo. Sin embargo, las mujeres indígenas se enfrentan a una doble discriminación debido a su género y su origen étnico, lo que exacerba las desigualdades existentes. Esta intersección de género y etnicidad crea barreras adicionales que limitan su acceso a oportunidades educativas, laborales y económicas, perpetuando así un ciclo de pobreza y marginación.
Un estudio reciente basado en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2022 reveló la disparidad económica que enfrentan los indígenas en México, quienes tienen un ingreso trimestral 24.5% menor en comparación con la población no indígena. Esta brecha salarial es un reflejo de las múltiples barreras estructurales que enfrentan las comunidades indígenas. Entre ellas, la discriminación laboral, la falta de acceso a educación de calidad y la escasa representación en puestos de toma de decisiones.
Además de la discriminación económica, las mujeres indígenas también enfrentan desafíos significativos en el ámbito educativo. A menudo, se ven obligadas a abandonar sus estudios debido a responsabilidades familiares, la falta de recursos económicos o la distancia a los centros educativos. Esta falta de acceso a la educación limita sus oportunidades laborales y perpetúa la brecha de género en el mercado laboral.