El trabajo doméstico no remunerado en los hogares equivale a 8.4 billones de pesos de acuerdo con el INEGI. Además de ser un problema para la equidad, dificulta el crecimiento económico del país.

El trabajo doméstico no remunerado, que abarca tareas como la limpieza, la cocina, el cuidado de niños y ancianos, entre otras, sigue siendo un problema social arraigado en desigualdades de género históricas. Los estereotipos y roles de género tradicionales perpetúan la idea de que estas labores son responsabilidad exclusiva de las mujeres. Esto no solo limita sus oportunidades de desarrollo personal y profesional, sino que también tiene un impacto negativo en la economía en su conjunto.
Al no ser contabilizado y valorado en el Producto Interno Bruto (PIB), el trabajo doméstico no remunerado invisibiliza una contribución significativa a la sociedad y distorsiona la medición del crecimiento económico real del país. Además, esta carga desproporcionada de trabajo doméstico representa una barrera para la participación plena de las mujeres en el mercado laboral. La doble jornada que enfrentan muchas mujeres, al combinar el trabajo remunerado con las responsabilidades domésticas, dificulta su ascenso a puestos de liderazgo y su permanencia en el empleo. Lo que perpetúa la brecha salarial y las desigualdades económicas entre hombres y mujeres.
Impacto económico del trabajo doméstico no remunerado
La Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado del INEGI, lanzado en noviembre de 2024, refleja que las actividades de limpieza, cuidados y alimentación tuvieron una participación de mujeres del 80.6%. El trabajo del hogar realizado por ellas tiene un valor de 86,971 pesos anuales por cada una. Mientras que, en el caso de los hombres, el trabajo doméstico de cada uno equivale a 36.4%.
En 2023, IPAS México realizó un estudio en el que se demostraba el porcentaje de niñas y niños que dedican más de 28 horas semanales al trabajo doméstico. De las niñas y adolescentes, 29.7% dedican gran parte del tiempo a labores del hogar, mientras que de los niños únicamente el 4.7% tiene estas condiciones.
Además de contribuir a la desigualdad y a la brecha de género, este problema repercute en la economía, pues el valor del trabajo no remunerado en los hogares equivale a un 26.3% del PIB, de acuerdo con el INEGI. Los estados que presentaron un mayor valor económico en trabajo doméstico fueron: lCiudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Veracruz.
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