En 1902 nació la pintora mexicana que denunció a través de sus obras el carácter androcentrista en el mundo y la sociedad. María Izquierdo reivindicó a la mujer en su trabajo artístico.

“Es un delito ser mujer y tener talento”, esa fue la afirmación de la artista plástica que pasó a la historia. María Izquierdo fue una pintora talentosa, conocida por ser la primera en exponer su obra fuera del país, consiguiendo su lugar en galerías de Nueva York, París y Tokio después de lograr su exposición individual en La Galería de Arte Moderno del Teatro Nacional.
María Izquierdo contrajo matrimonio con Cándido Posadas, un militar, siendo aún una niña de 15 años. Fue hasta 1928, después de su divorcio, que ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes. Aunque la pintora nunca se pronunció como feminista, su obra retrata protagonistas mujeres con características que reflejan fuerza y gallardía, es decir, a través de su trabajo la pintora mostraba su renegación al papel impuesto a las mujeres en su tiempo, caracterizado por las cualidades de pudor, delicadeza y discreción.
Los retos del patriarcado que enfrentó María Izquierdo
En 1945 aconteció lo que confirmaría la dominación masculina sobre el arte. El proyecto de pintar un mural para el Antiguo Palacio del Ayuntamiento se convirtió en el siguiente objetivo de la pintora, y lo habría logrado con su innegable talento y esfuerzo. Sin embargo, la idea quedó cancelada tras el veto de tres hombres, entre ellos Diego Rivera, que con sus críticas afirmó que la obra de Izquierdo era de “menos importancia”.
María debe ser recordada y nombrada en la actualidad no sólo por su notable trabajo en la pintura, sino también por haber labrado el camino para las mujeres del futuro que tuvieran ambiciones artísticas. Actualmente, el 76% de los estudiantes de nuevo ingreso en carreras de artes visuales son mujeres. Cifra que sin duda es gracias a mujeres en la historia, como María Izquierdo.
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