Se calcula que en nuestro país al menos seis millones de mujeres son dueñas de sus propios negocios. Las empresarias mexicanas representan una parte importante de la infraestructura económica en México. Además, muchas de ellas son la fuente principal de ingresos en sus hogares.

Los datos del Censo Económico de 2019 revelan que 1.6 millones de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs) en México son lideradas por mujeres, lo que subraya su importancia en el tejido empresarial del país. Estas cifras no solo reflejan la capacidad de las empresarias mexicanas, sino también su contribución al desarrollo económico y a la generación de empleo.
La Asociación de Emprendedores de México (ASEM) estima que el número de mujeres emprendedoras en el país asciende a seis millones. Estas mujeres, a través de sus emprendimientos generan ingresos para sus familias al tiempo que impulsan la innovación, la competitividad y el crecimiento económico.
Sumado a esto, una encuesta realizada por GoDaddy reveló que el 47 por ciento de las mujeres emprendedoras son la fuente principal de ingresos en sus hogares. Además, en 2024 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el 40.9 por ciento de las mujeres entre 25 y 49 años con hijos menores de tres años son activas económicamente.
Empresarias Mexicanas en la Economía Nacional
El rol de las mujeres en la economía mexicana va más allá de su participación en el mercado laboral, abarcando también su labor como administradoras del hogar y cuidadoras de la familia. A menudo, son ellas quienes asumen la responsabilidad de equilibrar sus actividades productivas con las tareas domésticas y el cuidado de los hijos e hijas, lo que conlleva un doble esfuerzo y una sobrecarga de trabajo.
Esta situación refleja la desigualdad estructural que aún persiste, donde el trabajo no remunerado y la responsabilidad de cuidado recaen desproporcionadamente sobre las mujeres, limitando su capacidad para acceder a las mismas oportunidades y condiciones laborales que los hombres.
Datos reportados por el INEGI reportan que el trabajo doméstico no remunerado representa un 26.3 por ciento del producto interno bruto. Tan sólo en 2023, el valor de las actividades domésticas realizadas casi en su totalidad por mujeres ascendió a 8.4 billones de pesos. A pesar de los avances logrados en materia de igualdad de género, las mujeres emprendedoras y trabajadoras en México aún enfrentan obstáculos significativos, como la discriminación, la brecha salarial, la falta de acceso a financiamiento y la violencia de género.
Sigue leyendo:
| Emprendimiento, un mundo de mujeres
| De la globalización a la innovación. “Un camino para las mujeres”