En los últimos años, México ha logrado avances históricos en la participación política de las mujeres. Pero, ¿cómo se ha logrado esto? ONU Mujeres ha sido una pieza clave en este proceso, impulsando iniciativas para garantizar la paridad de género y fortalecer el liderazgo femenino.

Una de las medidas más destacadas de ONU Mujeres es la Iniciativa SUMA. Democracia es Igualdad, que busca aumentar la representación femenina en todos los niveles de gobierno y garantizar sus derechos político-electorales. Gracias a estos esfuerzos, se ha logrado un cambio significativo en el panorama político del país.
En octubre de 2024, Claudia Sheinbaum marcó un hito histórico al convertirse en la primera mujer presidenta de México. Este logro sin precedentes es la culminación de décadas de arduo trabajo y lucha incansable por parte del movimiento feminista en México, así como del apoyo sostenido de organizaciones internacionales como ONU Mujeres, que han desempeñado un papel fundamental en la promoción y el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la esfera política mexicana.
La elección de Sheinbaum no solo rompió el techo de cristal que durante mucho tiempo había impedido que las mujeres accedieran a los escalones más altos del poder político en México, sino que también simboliza un punto de inflexión crucial en la inclusión y representación de las mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisiones a nivel nacional. Su presidencia representa una oportunidad histórica para impulsar políticas públicas que promuevan la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, así como para abordar las desigualdades estructurales y la discriminación de género que persisten en la sociedad mexicana.
Reformas legales para garantizar la equidad
El camino hacia la paridad política ha estado respaldado por reformas legales fundamentales:
- 2019: Se aprobó una ley de paridad en todos los cargos de toma de decisiones, asegurando mayor presencia femenina en el gobierno.
- 2020: Se estableció una legislación contra la violencia política de género, protegiendo los derechos de las mujeres en el ámbito político.
Estas medidas han fortalecido el marco legal para garantizar una participación equitativa y libre de violencia.
A pesar de los avances, persisten obstáculos como la violencia política de género y la subrepresentación de mujeres en cargos ejecutivos locales. ONU Mujeres sigue trabajando en la promoción de políticas públicas que fortalezcan el liderazgo femenino y aseguren la igualdad sustantiva en todos los niveles de gobierno.El papel de ONU Mujeres ha sido clave en la transformación política de México. Si bien hay avances notables, la lucha por la equidad aún no ha terminado. El reto ahora es consolidar estos logros y seguir impulsando un futuro donde las mujeres tengan un papel protagonista en la toma de decisiones políticas.
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