La brecha de género existe en la salud pública. ¿Por qué las mujeres enfrentan mayores barreras en el acceso a la salud pública en México? A pesar de los avances en políticas sanitarias, persisten desigualdades derivadas de roles de género y estereotipos. Integrar la perspectiva de género es fundamental para garantizar equidad en el acceso y la calidad de los servicios de salud.

¿Qué implica la perspectiva de género en la salud pública? La perspectiva de género en ésta reconoce que hombres y mujeres enfrentan riesgos y necesidades diferentes. Por ejemplo, en México, el 76.8% de las mujeres padecen sobrepeso u obesidad, en comparación con el 71% de los hombres . Además, la prevalencia de diabetes en mujeres aumentó de 9.7% en 2012 a 11.4% en 2018, mientras que en hombres pasó de 8.6% a 9.1% en el mismo período .
Estas diferencias subrayan la importancia de garantizar que los servicios de salud sean accesibles y efectivos para todas las personas, sin discriminación. Sin embargo, en 2022, el 37% de las mujeres en México carecían de acceso a servicios de salud, un aumento significativo respecto al 13% registrado en 2016 . Abordar estas desigualdades es esencial para promover la equidad en salud.
Políticas de salud pública con perspectiva de género en México
El Programa de Igualdad de Género en Salud es una de las principales estrategias del gobierno mexicano para reducir las desigualdades en el sistema de salud. Este programa busca:
- Promover la equidad en el acceso a servicios de salud.
- Reducir el impacto negativo de los estereotipos de género en la atención médica.
- Capacitar al personal de salud en perspectiva de género.
Ejemplos de políticas efectivas
Uno de los avances más significativos ha sido la inclusión de programas específicos dentro del Seguro Popular, que han abordado problemas como la mortalidad materna, el VIH/SIDA y los cánceres de mama y cervicouterino. Estas acciones han beneficiado a miles de mujeres, especialmente aquellas en situación de pobreza.
A pesar de estos avances, la implementación de la perspectiva de género en salud pública sigue siendo limitada. Solo el 4.2% de los estudios en salud incorporan este enfoque, lo que dificulta la generación de políticas basadas en evidencia. Para avanzar, es clave:
- Impulsar la investigación en salud con perspectiva de género.
- Capacitar de manera obligatoria al personal de salud en equidad de género.
- Garantizar presupuestos con enfoque de género para programas de salud.
Integrar la perspectiva de género en la salud pública no es solo una necesidad, sino una obligación para garantizar derechos y salvar vidas. ¿Cómo podemos exigir mayor compromiso de las autoridades? La conversación sigue abierta.
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