¿Sabías que, en el ámbito de la investigación médica, las mujeres han sido históricamente subrepresentadas? Esto ha llevado a diagnósticos tardíos y tratamientos menos efectivos para enfermedades que las afectan predominantemente.

La brecha y el sesgo de género aún se hacen presentes en la investigación médica. Tradicionalmente, la medicina ha adoptado una perspectiva androcéntrica, considerando al hombre como el modelo estándar en la investigación. Esta visión ha resultado en una menor participación de mujeres en ensayos clínicos, representando menos del 30% de los participantes en muchos estudios.
Consecuentemente, solo el 1% de la investigación se destina a patologías específicas de las mujeres. Esta disparidad ha provocado retrasos en el diagnóstico y tratamiento de más de 700 enfermedades en mujeres.
Enfermedades comúnmente infradiagnosticadas en mujeres
Varias enfermedades presentan un infradiagnóstico notable en mujeres debido a la falta de investigación con perspectiva de género:
- Enfermedades cardiovasculares: Las mujeres con criterios de riesgo no son sometidas al mismo número de pruebas que los hombres, al no seguir el patrón estándar de síntomas, lo que retrasa su detección.
- Endometriosis: Caracterizada por dolor menstrual intenso, ha sido históricamente minimizada, resultando en diagnósticos tardíos y tratamientos inadecuados. Muchas mujeres han compartido experiencias de diagnósticos tardíos y consecuencias graves, incluida la infertilidad.
- Enfermedades autoinmunes: Afectan mayoritariamente a mujeres; sin embargo, la investigación sigue centrada en los hombres, contribuyendo a un conocimiento limitado sobre estas afecciones.
Consecuencias de la brecha de género en la investigación
La falta de representación femenina en la investigación médica tiene múltiples repercusiones:
- Diagnósticos tardíos: Las mujeres esperan en promedio cuatro veces más que los hombres para obtener un diagnóstico en más de 700 enfermedades, retrasando tratamientos oportunos y comprometiendo su calidad de vida.
- Tratamientos menos efectivos: La falta de ajuste en las dosis de medicamentos según el sexo puede provocar intoxicaciones en mujeres.
- Mayor mortalidad: En enfermedades como el infarto, la presentación atípica de síntomas en mujeres y la falta de reconocimiento de estos pueden llevar a una mayor mortalidad femenina.
Hacia una investigación médica con perspectiva de género
Es imperativo que la comunidad científica adopte una perspectiva de género en la investigación. Esto implica:
- Incluir equitativamente a mujeres en ensayos clínicos: Garantizar que la participación femenina refleje la prevalencia de la enfermedad en la población general.
- Analizar diferencias biológicas y socioculturales: Comprender cómo el sexo y el género influyen en la manifestación y progresión de las enfermedades.
- Desarrollar tratamientos personalizados: Ajustar terapias y dosificaciones considerando las particularidades femeninas para mejorar la eficacia y seguridad de los tratamientos.
Cerrar la brecha de género en la investigación médica no solo es una cuestión de equidad, sino una necesidad para mejorar la salud y el bienestar de las mujeres en todo el mundo.
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