¿Te has preguntado cuáles son los principales retos que enfrentan las mujeres en México para lograr una salud plena? La realidad de la salud femenina en el país revela un panorama complejo en el que se entrelazan barreras estructurales, culturales y económicas. Conocer estos desafíos es esencial para fomentar el cambio y avanzar hacia una verdadera equidad en el acceso y la calidad de la salud en mujeres.

En México, las disparidades en la salud femenina están marcadas por diferencias en el acceso a servicios, la calidad de la atención y la representación en espacios decisorios. Por ejemplo, en el sector salud, se observa que las mujeres constituyen aproximadamente el 70 por ciento de la fuerza laboral, sin embargo, su presencia en puestos de liderazgo es mucho menor.
Según datos publicados por México ¿Cómo Vamos?, solo el 6.1 por ciento de las mujeres en este sector ocupa cargos directivos, en comparación con el 12 por ciento de los hombres. Este desequilibrio refleja barreras que van más allá del ámbito profesional y tienen repercusiones en la forma en que se entienden y priorizan las necesidades de salud femenina.
Principales desafíos en salud femenina
Uno de los retos más evidentes es el de la doble carga. Muchas mujeres enfrentan no solo la responsabilidad de su salud, sino también el peso de tareas domésticas y cuidado familiar, lo cual limita su tiempo y recursos para acudir a servicios de salud de calidad. Esta situación afecta la prevención, el diagnóstico y el tratamiento oportuno de enfermedades, impactando directamente en la salud en mujeres.
Además, las brechas económicas y sociales inciden de manera decisiva. En diversas regiones del país, el acceso a servicios médicos especializados es desigual, y las mujeres de comunidades marginadas o zonas rurales enfrentan mayores obstáculos. La falta de políticas públicas integrales en materia de salud reproductiva, atención materna y prevención de enfermedades crónicas son ejemplos que evidencian la urgencia de transformar el sistema.
Otro desafío clave es la representación en la toma de decisiones relacionadas con la salud. La escasa participación de las mujeres en la formulación de políticas de salud limita la incorporación de enfoques sensibles al género, lo que puede dejar de lado las necesidades específicas y urgentes de salud para las mujeres.
Hacia un sistema de salud equitativo
Avanzar hacia una salud femenina integral requiere la implementación de políticas que reconozcan y mitiguen las barreras existentes. Es indispensable fortalecer la inclusión de mujeres en puestos de liderazgo en el sector salud y en la formulación de políticas públicas, para asegurar que se prioricen las necesidades y derechos de todas.
Asimismo, se hace necesaria una mayor inversión en servicios especializados, así como campañas de educación y prevención que aborden tanto la salud física como la mental. Solo a través de un enfoque integral, basado en datos verídicos y en la participación activa de las mujeres, se podrá cerrar la brecha y transformar el panorama de la salud para las mujeres en México.
Con datos como los ofrecidos por México ¿Cómo Vamos?, es posible identificar áreas de mejora y trazar estrategias que impulsen un cambio real. El camino hacia la equidad en la salud femenina es largo, pero cada paso cuenta para garantizar que todas las mujeres mexicanas tengan acceso a una atención de calidad y a sus derechos fundamentales.
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