¿Por qué, en pleno 2025, las mujeres en México siguen enfrentando riesgos mortales al dar vida? La mortalidad materna no solo es un indicador de salud pública. También un reflejo de las desigualdades estructurales que persisten en nuestro país.

La mortalidad materna se refiere a la muerte de una mujer durante el embarazo, el parto o dentro de los 42 días posteriores al término del embarazo, debido a causas relacionadas con el mismo. Estas muertes, en su mayoría prevenibles, evidencian fallas en los sistemas de salud y en la garantía de derechos fundamentales.
Situación actual de mortalidad materna en México
En 2023, la razón de muertes maternas en México fue de 26.5 defunciones por cada 100,000 nacimientos estimados, lo que representa una disminución del 12.9 por ciento respecto al año anterior . Sin embargo, esta cifra aún está lejos de las metas internacionales establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las principales causas de estas muertes maternas fueron:
- Hemorragia obstétrica (19.4 por ciento)
- Enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el puerperio (16.2 por ciento)
- Aborto (8.3 por ciento)
Estas causas son, en su mayoría, prevenibles con una atención médica oportuna y de calidad.
Desigualdades regionales y sociales
Las entidades con mayor número de defunciones maternas en 2023 fueron:
- Estado de México (70)
- Veracruz (39)
- Guerrero (38)
- Chiapas (37)
- Jalisco (32)
Estas cinco entidades concentraron el 39 por ciento de las muertes maternas registradas. Además, factores como la edad, la escolaridad y la pertenencia étnica influyen significativamente en la mortalidad materna. Por ejemplo, las mujeres indígenas y aquellas con menor nivel educativo presentan tasas más altas de muertes maternas.
Violencia obstétrica: una barrera adicional
La violencia obstétrica, entendida como el maltrato físico, verbal o psicológico durante la atención del embarazo, parto o posparto, es una realidad que enfrentan muchas mujeres en México. Esta forma de violencia institucionalizada contribuye a la desconfianza en los servicios de salud y puede llevar a las mujeres a evitar o retrasar la atención médica, aumentando el riesgo de complicaciones y muertes.
La mortalidad materna en México es una problemática compleja que refleja las desigualdades estructurales y la falta de acceso equitativo a servicios de salud de calidad. Aunque se han logrado avances, es urgente implementar políticas públicas con perspectiva de género que aborden las causas profundas de estas muertes y garanticen el derecho de todas las mujeres a una maternidad segura y digna.
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