¿Sabías que en algunas comunidades de México, hasta el 90 por ciento de los partos son atendidos por parteras tradicionales? Estas mujeres, herederas de conocimientos ancestrales, desempeñan un papel crucial en la salud materna, especialmente en regiones donde el acceso a servicios médicos es limitado.

Las parteras tradicionales son mujeres que, a través de generaciones, han adquirido conocimientos sobre el embarazo, el parto y el posparto. Su labor no solo se centra en la atención física, sino también en el acompañamiento emocional y espiritual de las mujeres embarazadas. Utilizan técnicas y remedios naturales, y su práctica está profundamente arraigada en las culturas indígenas de México.
La relevancia de las parteras tradicionales en la actualidad
En estados como Chiapas, se estima que uno de cada tres partos es atendido por una partera tradicional. En comunidades indígenas, este porcentaje puede alcanzar hasta el 90 por ciento. Durante la pandemia de COVID-19, su labor fue aún más vital, ya que muchas clínicas cerraron o redujeron sus servicios, y las parteras continuaron brindando atención esencial a las mujeres embarazadas.
Los partos alternativos, atendidos por parteras ancestrales, ofrecen una experiencia más personalizada y respetuosa para muchas mujeres. Estos partos se caracterizan por un ambiente familiar, el uso de técnicas naturales y la atención centrada en las necesidades de la madre. Además, las parteras están capacitadas para identificar posibles complicaciones y referir a las mujeres a servicios médicos cuando es necesario.
Desafíos y reconocimiento legal
A pesar de su importancia, las parteras tradicionales enfrentan desafíos significativos, incluyendo la falta de reconocimiento legal y el acceso limitado a recursos y capacitación. Sin embargo, en marzo de 2024, se publicó un decreto que reforma la Ley General de Salud, reconociendo el valor de la medicina tradicional indígena y buscando fomentar el respeto y desarrollo de esta práctica.
Las parteras tradicionales son guardianas de un conocimiento invaluable que ha salvado vidas durante siglos. Su labor es esencial para garantizar una atención materna segura y respetuosa, especialmente en comunidades donde los servicios médicos son escasos. Reconocer y apoyar su trabajo no solo es una cuestión de justicia, sino también una estrategia efectiva para mejorar la salud materna en México.
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