¿Es posible transformar una vida común en una historia de alturas nunca antes alcanzadas? Viridiana Álvarez, ingeniera industrial y alpinista originaria de Aguascalientes, lo hizo: pasó de una década en la industria manufacturera a escalar las montañas más altas del planeta, convirtiéndose en referente mundial del alpinismo y en símbolo de liderazgo femenino. Esta es su historia.

Viridiana Álvarez nació en México y comenzó su carrera como alpinista en 2014. Su primer reto fue el Pico de Orizaba, la montaña más alta del país. Lo que comenzó como una experiencia personal se convirtió en una travesía que la llevaría a conquistar las catorde montañas de más de 8 mil metros de altitud, así como las Siete Cumbres, las montañas más altas de cada continente. En 2025, Guinness World Records la reconoció como la primera mujer en lograr ambas hazañas.
Récord Guinness: una conquista histórica
En menos de una década, Viridiana Álvarez escaló montañas emblemáticas como el Everest, el K2 —considerada una de las más peligrosas del mundo— y el Kanchenjunga, alcanzando cumbres que exigen no sólo una preparación física extrema, sino también una fortaleza mental inquebrantable. Además del récord por completar estas ascensiones, Guinness la reconoció por haber escalado las tres montañas más altas del mundo con oxígeno suplementario en un tiempo récord de un año y 364 días.
Viridiana no solo asciende montañas. También lidera la organización «Líderes de Altura», desde donde impulsa proyectos sociales, formación de liderazgos y empoderamiento femenino. Como conferencista y mentora, promueve mensajes de resiliencia, equidad y desarrollo personal.
Su formación incluye programas en liderazgo y desarrollo empresarial. Esto refuerza su capacidad para influir e inspirar, tanto en el deporte como en otras esferas.
Una mirada feminista al logro de Viridiana Álvarez
En un entorno históricamente masculino como el alpinismo de alto rendimiento, Viridiana Álvarez, alpinista mexicana, ha trazado su propio camino. Sin replicar modelos de fuerza tradicionales, sino apostando por la constancia, la estrategia y la sororidad. Su logro no es solo deportivo: es un llamado a visibilizar el talento femenino en disciplinas extremas, y a cuestionar quién tiene acceso al poder simbólico de “conquistar cumbres”.
Porque inspira. Porque rompe estereotipos. Porque muestra que una mujer puede, desde cualquier punto de partida, convertirse en referente mundial sin renunciar a su identidad ni a sus convicciones. El reconocimiento de Guinness no es solo una medalla, sino una afirmación pública de que las mujeres no solo escalan montañas: también rompen techos de cristal. Y tú, qué cima estás lista para conquistar?
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