¿Qué pasaría si una complicación prevenible del parto te condenara al aislamiento, la pobreza y el dolor físico durante años? Además, sin que casi nadie hablara de ello. Esa es la realidad de millones de mujeres en el mundo que viven con fístula obstétrica. Cada 23 de mayo, el Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica nos recuerda que esta violación a los derechos humanos sigue ocurriendo, silenciosamente, en pleno siglo XXI.

La fístula obstétrica es una lesión grave causada por un parto prolongado y obstruido, sin intervención médica adecuada. Se trata de una apertura anormal entre la vagina y la vejiga o el recto, que provoca incontinencia urinaria o fecal crónica. En muchos casos, también implica una fístula rectovaginal, dificultando aún más la vida de las mujeres afectadas.
Más allá del daño físico, la consecuencia más devastadora es social: mujeres rechazadas por sus comunidades, aisladas, deprimidas y empobrecidas, simplemente por no haber tenido acceso a una atención médica oportuna y digna.
Fístula Obstétrica: Una realidad que afecta a millones
Se estima que más de dos millones de mujeres en países de bajos recursos viven actualmente con fístula obstétrica. Y cada año, se suman aproximadamente 100 mil nuevos casos. Sin embargo, solo 1 de cada 50 mujeres recibe tratamiento, lo que evidencia una brecha profunda en la cobertura de salud materna. Esto no es un problema médico aislado: es una consecuencia directa de la desigualdad, la pobreza, el abandono institucional y la falta de voluntad política para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Este año, el lema de la conmemoración es claro: «Su salud, su derecho: construir un futuro sin fístula». No se trata solo de una cuestión sanitaria: es una deuda histórica con millones de mujeres que han sido desatendidas sistemáticamente. Erradicar la fístula es un paso clave para alcanzar la cobertura sanitaria universal y para proteger el derecho básico de cada mujer a vivir su maternidad sin riesgo, sin dolor y sin consecuencias irreparables.
Iniciativas que marcan la diferencia
- UNFPA lidera desde 2003 la Campaña para Erradicar la Fístula, enfocada en prevención, tratamiento quirúrgico y reintegración social.
- FIGO capacita a personal médico en regiones vulnerables.
- Fistula Foundation financia cirugías y redes de tratamiento en África y Asia.
Aunque el problema es global, cada acción cuenta:
- Difunde información confiable sobre la fístula vesicovaginal y la fístula rectovaginal.
- Apoya organizaciones que trabajan en su erradicación.
- Exige políticas públicas que prioricen la salud materna y la equidad en el acceso a servicios.
No es solo una fecha: es un llamado urgente. Hoy, el Día de la Erradicación de la Fístula Obstétrica es mucho más que una efeméride. Es una oportunidad para alzar la voz, visibilizar lo invisible y exigir un futuro donde ninguna mujer sea condenada al olvido por haber dado vida. Porque vivir sin dolor, sin vergüenza y sin abandono también es un derecho.
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