¿Por qué, a pesar de los avances en equidad educativa, las mujeres siguen enfrentando obstáculos para completar su formación académica en México? Aunque las cifras muestran una mayor participación femenina en algunos niveles educativos, las barreras estructurales y sociales continúan limitando su acceso, permanencia y egreso educativo.

En México, la matrícula femenina en educación básica ha alcanzado niveles comparables a la masculina. Sin embargo, al avanzar en el sistema educativo, las diferencias en el acceso, permanencia y egreso educativo se acentúan. En la Ciudad de México, por ejemplo, 82 de cada 100 mujeres de entre 15 y 17 años asisten al nivel medio superior, pero en el nivel superior, la asistencia femenina disminuye aún más.
Las causas de esta disminución son multifactoriales: desde responsabilidades domésticas y cuidado de familiares, hasta embarazos adolescentes y falta de recursos económicos. Estas barreras afectan desproporcionadamente a las mujeres, especialmente en comunidades rurales e indígenas.
Acceso, permanencia y egreso educativo: el desafío de mantenerse en el sistema
La permanencia en el sistema educativo es otro reto significativo. Aunque las mujeres acceden a la educación, muchas enfrentan dificultades para mantenerse en ella. Factores como la violencia de género, el acoso escolar y la discriminación contribuyen al abandono escolar. Además, la falta de infraestructura adecuada, como baños seguros y accesibles, impacta negativamente en la asistencia de las niñas y adolescentes.
Según datos del INEGI, en el ciclo escolar 2021-2022, el 72.1 por ciento de la población de 3 a 29 años contaba con conexión a internet en su vivienda, lo que es esencial para la continuidad educativa, especialmente en contextos de educación a distancia . Sin embargo, las brechas digitales persisten, afectando más a las mujeres en zonas marginadas.
Egreso: culminar los estudios, una meta lejana para muchas
Completar la educación superior sigue siendo un desafío para muchas mujeres. En la Ciudad de México, de cada 100 mujeres que ingresan al nivel superior, solo 15 egresan y apenas 9 se titulan . Este fenómeno refleja no solo las dificultades durante la carrera, sino también las cargas adicionales que enfrentan las mujeres al salir al mercado laboral o al asumir roles familiares tradicionales.
Además, el analfabetismo sigue afectando de manera desproporcionada a las mujeres. Según el INEGI, en 2020, el 68.65 por ciento de las personas analfabetas eran mujeres, lo que limita su pleno desarrollo y acceso a oportunidades.
Brecha de género educativa: una realidad persistente
La brecha de género educativa no solo se refleja en las tasas de acceso, permanencia y egreso, sino también en la representación en áreas específicas. Las mujeres están subrepresentadas en campos como las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), lo que limita sus oportunidades laborales y de desarrollo profesional. Además, en el ámbito docente, aunque las mujeres representan una mayoría en niveles como preescolar y primaria, su presencia disminuye en cargos de dirección y supervisión, evidenciando un techo de cristal en el sector educativo.
A pesar de los avances en equidad de género en la educación en México, las mujeres siguen enfrentando barreras significativas en el acceso, permanencia y egreso educativo. Es fundamental implementar políticas públicas que aborden estas desigualdades, promoviendo un entorno educativo inclusivo y equitativo que permita a todas las personas, sin distinción de género, alcanzar su máximo potencial.
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