Durante los últimos meses se ha popularizado en redes sociales el movimiento conocido como «trafwife«. Si bien ser ama de casa y madre de familia es una ocupación digna y necesaria, la romantización de los roles de género puede resultar antifeminista.

Contrario a lo que muchas personas podrían pensar, el feminismo no busca estigmatizar las labores domésticas, sino que lucha por el derecho de las mujeres a vivir con dignidad y sin temor. Es decir, elegir dedicarse al hogar y ser una persona que apoya el movimiento antipatriarcal no son ideas incompatibles, ya que el feminismo promueve la libertad de elección y la autonomía sobre el propio camino, sin importar el rol que se decida asumir.
Sin embargo, actualmente existe un movimiento que representa un retroceso en los avances logrados en la lucha por los derechos de las mujeres. A través de plataformas digitales, especialmente en TikTok, se han popularizado videos y contenidos de mujeres que se autodenominan «tradwifes» (esposas tradicionales). Estas creadoras de contenido comparten publicaciones sobre cómo atender y consentir adecuadamente a los hombres en el hogar, promoviendo una visión regresiva de los roles de género en la sociedad.
EL PELIGRO DE ROMANTIZAR LOS ROLES TRADICIONALES DE GÉNERO
El movimiento “tradwife” aparentemente nació en los Estados Unidos y evoca los roles de las mujeres en las décadas de los 50 y 60. Es decir, las limita al ámbito privado y las aleja de espacios donde sus opiniones sean valoradas. Este movimiento promueve la idea de que las esposas deben adoptar una postura sumisa y obediente frente a sus maridos, reforzando estereotipos de género que perpetúan la desigualdad en las relaciones familiares y sociales.
Las creadoras de contenido pertenecientes a este movimiento reciben comentarios positivos y aprobación de hombres especialmente conservadores. Pero, aunque muchas afirman haber elegido libremente este papel, la romantización del papel sumiso de la mujer representa un peligro. No sólo por ser un retroceso en la lucha por un espacio para las niñas y mujeres en espacios públicos. También resulta preocupante especialmente en un contexto en el que la violencia de género se da más frecuentemente en los hogares. De acuerdo con datos de instituciones gubernamentales, presentados por El Financiero, en 2024 se registraron un total de 238 mil 702 casos de violencia doméstica.
Es necesario seguir luchando por un mundo donde las mujeres puedan elegir libremente su camino, sin que sus decisiones se vean limitadas por roles impuestos que, lejos de ser un reflejo de libertad, son una trampa disfrazada de tradición.
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