¿Por qué ciertas voces femeninas son silenciadas sistemáticamente, mientras otras apenas logran ser escuchadas? La censura patriarcal no es un fenómeno del pasado; sigue moldeando lo que se publica, se enseña y se considera aceptable en nuestras sociedades. En este artículo, exploramos cómo opera esta forma de censura y por qué es una herramienta de control que perpetúa la desigualdad de género.

La censura patriarcal es un mecanismo de control que limita la expresión de mujeres y disidencias, especialmente cuando sus discursos desafían las normas tradicionales impuestas por el patriarcado. Se manifiesta en la eliminación, modificación o prohibición de contenidos que cuestionan roles de género, sexualidad o poder.
Este tipo de censura no solo restringe la libertad de expresión, sino que también refuerza estructuras sociales que subordinan a las mujeres. Al silenciar voces que promueven la igualdad, se perpetúa un sistema que favorece la dominación masculina.
Ejemplos actuales de censura patriarcal
En Argentina, el gobierno de Javier Milei respaldó una campaña para retirar libros con contenido sexual de las bibliotecas escolares, incluyendo obras que abordan el feminicidio, como «Cometierra» de Dolores Reyes. Estas acciones han sido criticadas por limitar el acceso a perspectivas que visibilizan la violencia de género.
En España, una representación de la obra «Lisístrata» fue interrumpida por una concejala de Igualdad, alegando que su contenido era inapropiado. Este acto fue señalado como un ejemplo de censura ideológica que restringe expresiones artísticas con enfoque feminista .
Además, en el ámbito digital, las redes sociales han sido criticadas por aplicar políticas que censuran imágenes del torso desnudo de mujeres, mientras permiten contenido similar de hombres, evidenciando una doble moral basada en normas patriarcales.
¿Por qué es importante identificarla?
Reconocer la censura patriarcal es esencial para combatirla. Al identificar cómo opera, se pueden desarrollar estrategias para promover la libertad de expresión y la igualdad de género. Esto incluye cuestionar normas sociales, apoyar a creadoras que desafían el status quo y fomentar espacios donde todas las voces sean escuchadas.
Además, es fundamental educar sobre los efectos de la censura en la perpetuación de la desigualdad. Al visibilizar estos mecanismos, se empodera a las personas para resistir y transformar las estructuras que limitan la equidad. La censura patriarcal sigue siendo una herramienta poderosa que silencia y margina. Al entender cómo funciona y reconocer sus manifestaciones, se puede trabajar hacia una sociedad más justa, donde la diversidad de voces y experiencias sea valorada y respetada.
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