Después de la nonagésima primera entrega de los Premios Oscar, la actriz galardonada Zoe Saldaña sostuvo una postura que causó indignación en redes. Tras haber ganado gracias a la polémica película «Emilia Pérez» aseguró que ésta no es sobre México, sino de mujeres.

El pasado 2 de marzo, la entrega de los Premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas celebró lo mejor del cine. Emilia Pérez figuró en la lista de nominaciones en trece categorías, pero terminó llevándose solo dos galardones, uno de ellos para Zoe Saldaña. La actriz, de ascendencia dominicana, fue reconocida con el premio a Mejor Actriz de Reparto, una categoría en la que competían figuras de renombre como Felicity Jones y Ariana Grande.
Durante la campaña previa a la noche de premiación, Zoe Saldaña optó por mantener un perfil más discreto en comparación con sus colegas. La película Emilia Pérez, de origen francés, acaparó la atención debido a las fuertes críticas que generó. Sin embargo, más allá de su contenido artístico, el filme transmitió un mensaje político y social que causó gran controversia en la comunidad cinéfila mexicana. Al abordar temas profundamente sensibles para nuestro país, Emilia Pérez presentó duras realidades de una manera que dejó a muchos con un sabor amargo.
Mientras su director y sus coestrellas emitían mensajes al respecto, la ganadora del Oscar se mantuvo en silencio en redes. No fue sino hasta después de la entrega de estatuillas que en la entrevista hecha a las y los ganadores, Zoe finalmente habló. Se le cuestionó sobre su postura ante el sentimiento colectivo de ofensa en México, sobre todo cuando este país es “el corazón de la película”. La respuesta de la actriz dejó al público perplejo. Después de decir que se apena por que los mexicanos se sintieran de esa manera, aseguró que México no es el corazón del filme.
El problema en la disculpa
Sin el menor atisbo de duda, Saldaña afirmó que la historia era sobre cuatro mujeres, que podrían haber sido de cualquier parte del mundo. Esto resulta inquietante, pues se ignora por completo que cada mujer vive un contexto y una realidad diferente. En México, por ejemplo, según el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), el 50.3% de las mujeres mexicanas enfrenta algún tipo de violencia a lo largo de su vida, y las mujeres indígenas y afrodescendientes experimentan barreras aún mayores para acceder a sus derechos, como la educación, la salud y la justicia. Este contexto particular de desigualdad y discriminación es fundamental para entender las luchas de las mujeres mexicanas, algo que se desdibuja al presentar una visión homogénea de la experiencia femenina.
Es importante recordar que el cine no se trata sólo de un arte. Se trata de tener en cuenta la responsabilidad que se tiene al contar una historia en pantalla grande. Un ejemplo loable es Trinh T. Minh-ha, cineasta y escritora vientamita. En su trabajo y sus ensayos, ella menciona la ética en las películas al momento de representar a las culturas. Especialmente es enfática en la ruptura de estereotipos.En este contexto, la polémica generada por las declaraciones de Zoe Saldaña subraya la responsabilidad que los cineastas y actores deben tener al tratar con realidades culturales y sociales complejas. Aunque las intenciones de Emilia Pérez no sean necesariamente negativas, es fundamental que quienes tienen la capacidad de narrar historias lo hagan con un conocimiento profundo y un respeto genuino por las culturas y contextos que representan.
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