Imagina dedicar tu vida a proteger la naturaleza y, a cambio, enfrentar amenazas constantes, violencia e incluso la muerte. Esta es la realidad que viven muchas mujeres defensoras del ambiente en América Latina y el mundo. A pesar de los riesgos, su lucha incansable es fundamental para la preservación de nuestros ecosistemas.

Entre 2012 y 2022, se registraron 1910 asesinatos de personas defensoras del ambiente y el territorio a nivel mundial, según la organización Global Witness. Colombia figura entre los países con mayor número de homicidios en este contexto . En 2021, México lideró la lista con 54 asesinatos de defensores ambientales.
Las mujeres defensoras enfrentan, además de la violencia física, intimidación, difamación y criminalización por parte de gobiernos, empresas y otros actores. La violencia de Estado y el extractivismo empresarial respaldado por el Estado son identificados como las principales amenazas que impactan a las defensoras, sus tierras y territorios.
Defensoras del Ambiente: Resistencia y liderazgo femenino
A pesar de los peligros, las mujeres continúan liderando movimientos de resistencia en defensa del medio ambiente. Un ejemplo emblemático es el Movimiento Chipko en India durante la década de 1970, donde mujeres se abrazaron a los árboles para evitar su tala. En Kenia, Wangari Maathai fundó en 1977 el Movimiento Cinturón Verde, logrando plantar más de 50 millones de árboles para combatir la deforestación y empoderar a las mujeres locales .
En América Latina, figuras como Berta Cáceres en Honduras, asesinada en 2016 por su oposición a proyectos hidroeléctricos que amenazaban territorios indígenas , y Esneda Saavedra, líder yukpa en Colombia que lucha contra la explotación minera y el desplazamiento forzado , ejemplifican la valentía y determinación de las mujeres defensoras del ambiente.
El ecofeminismo como respuesta
El ecofeminismo emerge como una corriente que vincula la lucha por la igualdad de género con la defensa del medio ambiente, argumentando que la explotación de la naturaleza y la opresión de las mujeres tienen raíces comunes en sistemas de dominación patriarcales. Este enfoque propone una relación más armoniosa y sostenible con la naturaleza, reconociendo el papel crucial de las mujeres en la conservación ambiental .
Las mujeres defensoras del ambiente enfrentan desafíos monumentales, pero su resistencia y liderazgo son esenciales para la protección de nuestros ecosistemas y la promoción de sociedades más justas. Es imperativo reconocer su labor, garantizar su seguridad y apoyar sus iniciativas para asegurar un futuro sostenible para todos.
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