Con la reciente viralización de casos como «Lady Uber» o «Lady UNAM» resulta preocupante la existencia de denuncias falsas y sus consecuencias para las víctimas de abuso.

En los últimos días, las redes sociales exhibieron a una mujer que amenazó a un conductor de Uber con acusarlo de abuso y «meterle 5 años de cárcel». No mucho después, una trabajadora de la UNAM se hizo viral y causó indignación en redes por amedrentar a un estudiante y decirle que por ser hombre le iría peor.
Además del claro daño psicológico y violencia verbal ejercida sobre estos hombres, las amenazas de denuncias falsas perjudican considerablemente a las miles de mujeres mexicanas que diariamente viven violencia de género, siendo la física y sexual las más frecuentes.
Denuncias falsas y cómo afectan a las víctimas de abuso
En México, la violencia sexual es un problema grave que afecta a un gran número de mujeres y niñas. Se estima que más del 45% de las mujeres mexicanas han experimentado algún tipo de violencia sexual antes de cumplir los 15 años. Esta cifra alarmante destaca la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes y la necesidad urgente de abordar este problema de manera efectiva.
La violencia sexual puede tomar muchas formas, incluyendo el abuso sexual, la violación, el acoso sexual, la explotación sexual y el matrimonio forzado. Los efectos de la violencia sexual pueden ser devastadores y duraderos, e incluyen problemas de salud física y mental, dificultades educativas y económicas, y estigmatización social.
Las estadísticas muestran una disparidad significativa en las tasas de violencia sexual entre hombres y mujeres. Mientras que la tasa de violencia sexual contra hombres menores de 18 años es de 150.8 por cada 100,000 habitantes, la tasa para mujeres de la misma edad es más del doble, alcanzando 305.6 por cada 100,000 habitantes. Esta diferencia significativa subraya la mayor vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a la violencia sexual en México.
De las miles de mujeres víctimas de violencia sexual, muy pocas llegan a denunciar. Esto es mayormente por temor a no obtener credibilidad por parte de las autoridades. Las acciones de mujeres como las “ladies” actualmente virales empeora la situación al provocar ambientes no seguros para que las víctimas reales hablen y denuncien sus vivencias.
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