Pocas personas tienen un impacto tan profundo en la vida de niñas y niños como quienes les enseñan en sus primeros años. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué en México se celebra el Día de la Educadora el 21 de abril? Y más aún, ¿por qué se reconoce principalmente a las mujeres en este rol?

El Día de la Educadora en México se conmemora cada 21 de abril en honor al natalicio de Friedrich Fröbel, pedagogo alemán nacido en 1782 y creador del concepto de kindergarten o jardín de infancia. Su propuesta revolucionaria en el siglo XIX fue colocar el juego, la creatividad y el afecto en el centro de la educación preescolar.
Fröbel entendió que el aprendizaje en la primera infancia debía ser activo, sensorial y emocional. Su legado es clave para el desarrollo del modelo de educación preescolar tal como lo conocemos hoy.
¿Por qué se enfoca en las mujeres educadoras?
En México y en buena parte del mundo, el nivel preescolar ha estado históricamente feminizado. Aún hoy, la mayoría de las personas que ejercen como educadoras en jardines de niños son mujeres. Esto responde a mandatos de género tradicionales que asocian el cuidado infantil con lo femenino, pero también refleja una realidad que es necesario visibilizar y cuestionar. Celebrar el Día de la Educadora implica, entonces, no solo agradecer, sino también reconocer el trabajo muchas veces precarizado, mal remunerado y poco valorado que enfrentan miles de mujeres en el sistema educativo.
En instituciones educativas, esta fecha suele conmemorarse con festivales, reconocimientos y actividades especiales para agradecer la labor del personal docente preescolar. Sin embargo, más allá del festejo simbólico, es urgente hablar de condiciones laborales dignas, acceso a formación continua, y políticas públicas que fortalezcan la educación con perspectiva de género desde la infancia.
Rosaura Zapata Cano: pionera de la educación preescolar en México
Una figura fundamental en la historia de la educación preescolar en México es Rosaura Zapata Cano. Nacida el 23 de noviembre de 1876 en La Paz, Baja California Sur, Zapata fue una educadora incansable que promovió la enseñanza en la primera infancia durante más de cincuenta años.
En 1902, fue becada por el gobierno mexicano para estudiar pedagogía en San Francisco y Nueva York. Más tarde, viajó a Europa para conocer de primera mano los sistemas de educación preescolar desarrollados por pedagogos como Johann Heinrich Pestalozzi y Friedrich Fröbel. A su regreso, impulsó la creación de los primeros jardines de niños en México.
Su labor fue reconocida en 1954 cuando se convirtió en la primera persona en recibir la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República. Zapata falleció en la Ciudad de México en 1963, dejando un legado imborrable en la educación mexicana.
¿Por qué importa hablar del Día de la Educadora desde un enfoque feminista?
El reconocimiento no puede quedarse en las flores y los aplausos. Las educadoras sostienen una parte fundamental del sistema educativo y social, y muchas veces lo hacen enfrentando brechas salariales, falta de reconocimiento profesional y sobrecarga de trabajo.
Visibilizar su labor desde un enfoque feminista y de equidad sustantiva durante el Día de la Educadora permite reconocer el valor público del trabajo de cuidado y enseñanza en la primera infancia, y abre camino para transformarlo estructuralmente.
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