Cada 30 de mayo se conmemora el Día de la Esclerosis Múltiple, una fecha que busca visibilizar una enfermedad crónica, neurológica e invisible que afecta a millones de personas en todo el mundo. Pero hay un dato que todavía no ocupa el lugar que merece en la agenda pública: el setenta por ciento de los diagnósticos recaen sobre mujeres. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo impacta en sus cuerpos, vidas y derechos? Quédate para averiguarlo, aquí abordamos esas preguntas desde la perspectiva de género.

En el marco del Día de la Esclerosis Múltiple, expertos y organizaciones subrayan la necesidad de un diagnóstico temprano. Sin embargo, este diagnóstico no siempre llega a tiempo, especialmente en mujeres jóvenes, que son el grupo más afectado. Entre los veinte y los cuarenta años es cuando más casos se registran en la población femenina. Aunque no se conocen aún todas las causas, se sospecha que factores hormonales y genéticos influyen en esta mayor prevalencia entre mujeres. La ciencia continúa investigando, pero mientras tanto, el impacto ya es concreto y desigual.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que ataca el sistema nervioso central. Daña la mielina, que es la capa protectora de las fibras nerviosas, interrumpiendo la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Esto genera síntomas diversos: fatiga extrema, alteraciones del sueño, problemas sensoriales, dolor, trastornos cognitivos, entre otros.
Día de la Esclerosis Múltiple: una mirada con perspectiva de género
El cuerpo femenino con EM no sólo lidia con la enfermedad en sí. También enfrenta una serie de obstáculos invisibles y estructurales que agravan la experiencia: menstruación, embarazo y menopausia pueden alterar la evolución de la EM, pero estos factores aún no son atendidos adecuadamente en el sistema de salud.
Además, muchas mujeres con EM continúan siendo responsables del cuidado de otras personas, lo que recarga física y emocionalmente su día a día. La falta de corresponsabilidad y apoyo institucional hace que vivir con esta enfermedad sea aún más difícil.
¿Qué se está reclamando en el Día de la EM?
Una de las principales demandas de los colectivos de pacientes y defensoras de derechos humanos es que el diagnóstico de EM conlleve automáticamente el 33 por ciento de discapacidad legal reconocida, para facilitar el acceso a prestaciones, empleo protegido y ayudas técnicas. También se exige una atención sanitaria con enfoque de género, que tenga en cuenta los factores diferenciales y propicie un acompañamiento integral, informado y empático.
Hablar de EM en mujeres es hablar de salud, desigualdad, cuidados y derechos. No basta con generar conciencia una vez al año. Es urgente incluir esta realidad en las políticas públicas, los protocolos médicos y los relatos que construimos sobre las enfermedades crónicas. En este Día de la Esclerosis Múltiple, volvamos la mirada hacia esas miles de mujeres que viven con una condición que no se ve, pero que exige ser reconocida. Porque no se la inventan. Y porque merecen vivir con dignidad, cuidados y equidad.
Sigue leyendo:
| Cuota de Género Electoral: ¿qué se necesita para que realmente funcione?
| Alfabetización digital y brecha tecnológica en mujeres rurales y mayores en México