¿Sabías que existe una celebración mundial dedicada a una de las subculturas más enigmáticas y críticas del mundo contemporáneo? Cada 22 de mayo, el Día Mundial del Gótico se convierte en una oportunidad para conocer mucho más que una estética oscura: hablamos de una resistencia cultural y feminista que interpela los modelos de normalidad, belleza y poder. ¿Qué hay detrás de esta fecha y por qué debería importarnos desde una perspectiva de género? Aquí te lo contamos.

El Día Mundial del Gótico se celebra desde 2010, pero su origen se remonta a 2009, cuando la emisora británica BBC Radio 6 dedicó una semana a explorar subculturas musicales. El 22 de mayo de ese año, la programación giró en torno a la música gótica, lo que inspiró a los DJs Cruel Britannia y Martin Oldgoth a proponer una fecha oficial para visibilizar esta comunidad global.
Desde entonces, el día se conmemora con conciertos, eventos de moda, exposiciones, lecturas y campañas en redes sociales, donde el hashtag #WorldGothDay celebra la riqueza y diversidad de la subcultura gótica.
Breve historia en el Día Mundial del Gótico
La subcultura gótica nació entre los años 70 y 80 en el Reino Unido, influenciada por el post-punk y el rock alternativo. Bandas como Bauhaus, The Cure y Siouxsie and the Banshees dieron forma a un universo sonoro introspectivo y melancólico, que pronto se tradujo también en una estética visual distintiva: ropa negra, encajes, cuero, maquillaje dramático y símbolos esotéricos.
Pero el gótico no es solo una moda: es una forma de expresión personal, un refugio para la individualidad, la no conformidad y la crítica social. Aunque en general no tiene una ideología sociopolítica explícita, hay afinidades con el librepensamiento, el anarquismo y espiritualidades alternativas, como el paganismo o la brujería.
Feminismo y gótico: una alianza crítica
Lejos de ser incompatible, la subcultura gótica ha sido históricamente un terreno fértil para el feminismo. Desde autoras clásicas como Mary Shelley y Ann Radcliffe, hasta voces contemporáneas como Mariana Enríquez, la literatura gótica ha servido para denunciar las opresiones de género usando lo monstruoso, lo oculto y lo sobrenatural como herramientas narrativas.
Además, el gótico ha contribuido a cuestionar las normas de género y sexualidad, promoviendo la androginia, la fluidez y el empoderamiento femenino. Si bien algunas críticas apuntan a la hipersexualización de las mujeres dentro del estilo, muchas han encontrado en esta estética un espacio de agencia y resistencia frente al mandato de feminidad tradicional.
Más que un estilo, la subcultura gótica es un refugio para la diferencia. En un mundo que premia la superficialidad, la subcultura gótica sigue siendo un espacio donde ser diferente no solo es aceptado, sino celebrado. El Día Mundial del Gótico no es solo una fecha para vestir de negro, sino una invitación a explorar nuevas formas de expresión, crítica y pertenencia, desde una mirada feminista e inclusiva. ¿Y tú? ¿Te animas a mirar lo oscuro con otros ojos?
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