Cada 23 de abril, millones de personas celebran el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, una fecha impulsada por la UNESCO para rendir homenaje a la literatura y defender la propiedad intelectual. Sin embargo, hay una pregunta que rara vez se plantea en esta celebración global: ¿por qué siguen faltando tantas autoras en las listas, ferias y conmemoraciones?

El Día Mundial del Libro nace en España en 1926, pero se consolida en 1995 como una efeméride mundial. Se eligió el 23 de abril por coincidir con la muerte de Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso. Desde entonces, esta jornada busca fomentar la lectura, promover la industria editorial y proteger los derechos de autor.
No obstante, la narrativa oficial repite los mismos nombres año con año, dejando fuera a figuras fundamentales de la literatura femenina, especialmente latinoamericana. En este contexto, hablar de autoras no es solo un acto de justicia simbólica: es también un ejercicio de ética pública.
Autoras invisibilizadas que merecen ser leídas
En el marco del Día Mundial del Libro, vale la pena destacar a escritoras cuya obra ha sido relegada injustamente, a pesar de su enorme aporte literario y político.
- Eunice Odio (Costa Rica). Poetisa de profundidad mística, su escritura es un viaje espiritual cargado de imágenes poderosas. Durante décadas fue ignorada por la crítica, pero hoy comienza a ocupar el lugar que merece.
- María Emilia Cornejo (Perú). Su poesía directa sobre sexualidad, cuerpo y libertad femenina rompió moldes en los años 70. Murió joven, pero dejó una huella que no puede seguir siendo silenciada.
- Alcira Soust Scaffo (Uruguay). Poetisa y activista, su vida marcada por la represión política impregna sus textos de una intensidad conmovedora. Su legado habla de resistencia y compromiso.
- Esther Seligson (México). Filósofa del lenguaje, exploró el tiempo, la muerte y la espiritualidad desde una mirada profundamente literaria. Su obra sigue siendo más conocida en círculos académicos que por el público general.
- María Luisa Bombal (Chile). Pionera de la narrativa psicológica y fantástica en América Latina, fue precursora de temas que luego consagrarían a autores masculinos del “boom”.
- Liliana Heker (Argentina). Cuentista sagaz, crítica del poder y narradora de lo cotidiano, Heker es una figura central en la literatura argentina… pero casi ausente fuera de su país.
- Luz Schweig (México/EE.UU.). Desde la edición y la escritura, ha sido una voz clave para dar visibilidad a autoras chicanas en la antología Somos Xicanas, un referente de identidad y pertenencia.
Día Mundial del Libro: Leer también es resistir
En este Día Mundial del Libro, es imperativo reflexionar sobre la invisibilización histórica de las autoras y la importancia de recuperar sus obras y legados. Leer a autoras olvidadas no es simplemente un acto de descubrimiento literario, sino un acto político que desafía las narrativas dominantes y cuestiona qué voces han sido silenciadas a lo largo de la historia. Al hacerlo, no solo enriquecemos nuestra comprensión de la literatura, sino que también contribuimos a una sociedad más justa e igualitaria, donde todas las voces son escuchadas y valoradas.
La exclusión de las autoras de los cánones literarios no es accidental, sino el resultado de estructuras patriarcales que han relegado sus obras a los márgenes. A lo largo de la historia, muchas mujeres han sido silenciadas, sus obras ignoradas o atribuidas a hombres, y sus contribuciones a la literatura minimizadas. Esta invisibilización no solo ha privado al mundo de obras valiosas, sino que también ha perpetuado estereotipos de género y limitado las oportunidades para las mujeres en el ámbito literario.
Y tú, ¿a qué autora invisibilizada vas a leer hoy?
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