¿Qué rumbo tomará ahora la Iglesia Católica bajo el liderazgo del nuevo Papa León XIV? La elección de Robert Francis Prevost como líder eclesial y jefe de Estado del Vaticano marca el inicio de una nueva etapa. Su perfil, alejado del conservadurismo extremo pero sin posturas abiertamente progresistas en cuestiones de género, abre interrogantes sobre su posible papel en la inclusión de las mujeres dentro de la Iglesia.

Nacido en Chicago en 1955 y con ascendencia española por parte de su madre, Robert Francis Prevost—ahora Papa León XIV—ha tenido una carrera marcada por la vocación misionera y la cercanía pastoral. Su formación académica incluye matemáticas, teología y derecho canónico, lo que le ha dado una base sólida para navegar tanto la dimensión espiritual como la administrativa de la Iglesia.
Buena parte de su labor pastoral se desarrolló en Perú, donde fue misionero, vicario, formador de seminaristas y parte de la estructura administrativa de la Iglesia local. Más tarde, como Prior General de los Agustinos y luego Prefecto del Dicasterio para los Obispos, acumuló experiencia estratégica en la selección de liderazgo eclesial.
¿Dónde queda la perspectiva de género?
Hasta ahora, León XIV no ha impulsado públicamente ninguna reforma específica centrada en la equidad de género. Sin embargo, su rol como prefecto y ahora como Papa le da un margen de acción considerable para influir en la participación de las mujeres en estructuras eclesiásticas. Si bien su historial no muestra una agenda feminista, su paso por América Latina y su enfoque pastoral podrían inclinarlo a reconocer las desigualdades que enfrentan las mujeres en contextos eclesiales y sociales.
La inclusión de mujeres en roles de liderazgo dentro de la Iglesia, el reconocimiento de sus voces en temas doctrinales y su presencia en espacios de decisión siguen siendo deudas históricas que el nuevo Papa podría comenzar a saldar.
Papa León XIV y la justicia social: ¿una vía posible para la inclusión?
Una de las constantes en la trayectoria del Papa León XIV ha sido su preocupación por la justicia social y la formación del clero en contextos de pobreza. Este enfoque podría traducirse en una mayor apertura hacia las realidades que viven las mujeres más vulnerables dentro de la Iglesia: trabajadoras pastorales, religiosas, madres solteras, líderes comunitarias. Si decide escuchar esas voces y crear estructuras de participación más horizontales, su pontificado podría marcar un punto de inflexión.
Aunque Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, no ha mostrado hasta ahora un compromiso explícito con la agenda de género, su posición actual lo coloca en un lugar estratégico para abrir puertas. Desde la promoción de mujeres a cargos administrativos hasta el impulso de reformas doctrinales que reconozcan su liderazgo espiritual, las posibilidades están sobre la mesa. Todo dependerá de si, en este nuevo capítulo, opta por escuchar no solo a los poderosos, sino también a las mujeres que han sostenido silenciosamente a la Iglesia durante siglos. ¿Será León XIV el Papa que finalmente dé ese paso? La historia comienza a escribirse.
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