Imagina que una niña crece sin saber cómo administrar su dinero, sin entender el valor del ahorro o la diferencia entre una necesidad y un deseo. Ahora, imagina otra niña que, desde pequeña, aprende a manejar su dinero con confianza. ¿Cuál de las dos tendrá más oportunidades de independencia en el futuro? Te contamos de la importancia de la educación financiera.

La educación financiera no solo se trata de números, sino de autonomía y poder de decisión. Cuando las niñas reciben formación financiera desde una edad temprana, desarrollan habilidades que les permitirán gestionar sus recursos, evitar deudas innecesarias y planificar su futuro con seguridad.
En México, la brecha económica de género sigue siendo un problema significativo, influenciado en parte por la falta de educación en finanzas entre niñas y mujeres. Según datos de Banco Azteca, solo el 33% de las mujeres adultas en el país posee una cuenta de ahorro, y el 66% carece de conocimientos básicos en formación financiera. Esta carencia limita sus oportunidades de inclusión financiera y autonomía económica.
La educación financiera temprana es fundamental para construir bases sólidas que permitan a las mujeres alcanzar una mayor estabilidad económica en la adultez. Iniciativas como el Proyecto Minerva, desarrollado por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), buscan fortalecer las capacidades financieras de las mujeres mexicanas. Este curso en línea aborda temas como presupuesto, ahorro, crédito y seguros, y tiene como objetivo reducir las brechas históricas de desigualdad y promover la autonomía económica femenina.
Beneficios de la educación financiera para niñas
1. Independencia y seguridad. Comprender cómo manejar el dinero brinda a las niñas la posibilidad de tomar decisiones financieras sin depender de terceros, promoviendo su independencia.
2. Prevención de la desigualdad económica. El acceso a la educación en finanzas reduce la vulnerabilidad económica y ayuda a cerrar la brecha de género en el ámbito financiero y laboral.
3. Desarrollo de hábitos saludables. Aprender sobre ahorro, presupuesto y consumo responsable desde pequeñas les permite tomar mejores decisiones en su vida adulta.
¿Cómo fomentar la formación financiera en niñas?
- Incluirlas en conversaciones sobre dinero: Explicar conceptos básicos desde la infancia ayuda a normalizar el tema.
- Juegos y dinámicas educativas: Herramientas como juegos de mesa sobre economía pueden hacer que el aprendizaje sea divertido.
- Ejemplo en casa: Las niñas aprenden observando, por lo que es importante que vean buenas prácticas financieras en su entorno.
La educación en finanzas es una herramienta de empoderamiento para las niñas. Les brinda autonomía, seguridad y les permite proyectar un futuro más estable.
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