La desigualdad en la participación financiera sigue siendo un obstáculo para muchas mujeres en México. Aunque en los últimos años ha habido avances, las cifras muestran que la brecha de género persiste. Pero, ¿qué factores influyen en esta situación y cuál es el panorama actual?

A pesar de los avances en inclusión financiera, las mujeres en México siguen enfrentando importantes desafíos para acceder al mundo de las inversiones. La brecha de género en este ámbito refleja desigualdades estructurales que limitan su participación y autonomía económica. Factores como la falta de acceso a herramientas financieras, la brecha salarial y la subrepresentación en espacios de decisión afectan su capacidad de invertir y generar patrimonio. En este contexto, cerrar la brecha de género en inversiones no solo es una cuestión de equidad, sino también una estrategia clave para el crecimiento económico y la justicia social.
Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), en 2021 solo el 15.3% de las mujeres en México participaba en inversiones, en comparación con el 69.4% de los hombres. Aunque en 2024 hubo un avance en la inclusión financiera femenina, con un 72.8% de mujeres con algún producto financiero formal frente al 80.9% de los hombres, la participación femenina en inversiones sigue siendo baja.
Factores que limitan el acceso de las mujeres a la inversión
Existen diversas barreras que impiden que las mujeres participen activamente en el mundo de las inversiones:
- Falta de acceso a herramientas financieras
Muchas mujeres carecen de información y capacitación sobre productos financieros, lo que dificulta su incorporación a inversiones formales.
- Brecha salarial y carga económica desigual
La desigualdad en los ingresos limita la capacidad de las mujeres para destinar recursos a la inversión. Además, suelen asumir una mayor carga económica en el hogar, lo que reduce su margen para ahorrar e invertir.
- Subrepresentación en espacios de decisión financiera
Solo el 13% de los puestos en consejos de administración de empresas que cotizan en bolsa están ocupados por mujeres, lo que impacta en la falta de referentes y oportunidades en el sector financiero.
La importancia de cerrar la brecha en la inclusión financiera
Reducir la brecha de género en la participación femenina en inversiones no solo es una cuestión de justicia social, sino también de desarrollo económico. Promover la educación financiera, facilitar el acceso a herramientas financieras y fomentar políticas inclusivas son claves para lograr un cambio real.
A pesar de los avances, queda un largo camino por recorrer. Para que más mujeres puedan acceder a inversiones y mejorar su estabilidad económica, es fundamental impulsar estrategias públicas y privadas que reduzcan las desigualdades y fomenten la autonomía financiera femenina.
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