Aunque se han logrado avances, la paridad de género en el Poder Judicial sigue siendo una asignatura pendiente. Es fundamental continuar implementando políticas que faciliten el acceso de las mujeres a puestos de decisión y que promuevan un entorno laboral libre de discriminación y violencia de género. Solo así se podrá construir un sistema judicial verdaderamente equitativo y representativo de la sociedad mexicana.

La persistente búsqueda de la igualdad de género dentro del Poder Judicial mexicano ha sido un proceso desafiante y laborioso. A pesar de que las mujeres representan alrededor del 51% de la población mexicana, su presencia en roles de liderazgo dentro del sistema judicial sigue siendo desproporcionadamente baja. Las estadísticas del Instituto Nacional de las Mujeres revelan una disparidad significativa: solo el 34.5% de los magistrados, el 36.4% de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el 43.6% de los jueces de distrito son mujeres.
Esta subrepresentación femenina en el poder tiene profundas implicaciones. Limita la diversidad de perspectivas y experiencias en la toma de decisiones judiciales, lo que puede resultar en un sistema legal que no responda adecuadamente a las necesidades y preocupaciones de todos los ciudadanos, especialmente de las mujeres. Además, perpetúa estereotipos de género y envía un mensaje de que las mujeres no son consideradas igualmente capaces o calificadas para ocupar puestos de alto nivel en el sistema judicial.
Barreras en el ascenso de las mujeres en el Poder Judicial
Las servidoras públicas enfrentan múltiples obstáculos en su camino hacia posiciones de liderazgo en el Poder Judicial. La doble jornada laboral, que combina responsabilidades profesionales y domésticas, es una carga significativa que limita su disponibilidad y energía para asumir roles de mayor jerarquía. Además, persisten estereotipos de género que cuestionan la capacidad de las mujeres para manejar asuntos judiciales complejos, especialmente en áreas tradicionalmente dominadas por hombres, como el derecho penal .
A pesar de las barreras, se han implementado iniciativas para promover la representación femenina en el Poder Judicial. Tras las reformas de paridad de 2019 y la reforma al poder de 2021, se establecieron metas institucionales para equilibrar la distribución de cargos entre mujeres y hombres. Se han nombrado 194 juezas y 359 magistradas en el Consejo de la Judicatura Federal, aunque aún faltan 73 magistradas y 97 juezas para alcanzar la paridad deseada .
Importancia de la representación femenina en la impartición de justicia
La presencia de mujeres en roles judiciales no solo es una cuestión de equidad, sino que también contribuye a una impartición de justicia más inclusiva y representativa. La magistrada Lilia Mónica López Benítez destaca que juzgar con perspectiva de género es esencial para garantizar decisiones judiciales que reflejen la diversidad y complejidad de la sociedad.
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