En 2022, Alina Narciso se vio obligada a defenderse de su pareja cuando éste intentó arrebatarle la vida. Tras lograr desarmarlo y dispararle en un acto de legítima defensa, la mujer fue sentenciada a prisión. Además, se le impuso el pago de una compensación a la familia del agresor. Ante este hecho, surgió la iniciativa de la Ley Alina, con el objetivo de evitar que las mujeres en situaciones similares sean criminalizadas por defenderse.

Imagina que una mujer se defiende de su agresor y, en lugar de recibir protección, termina en la cárcel. Esto es una realidad en México. La Ley Alina busca cambiar esta situación al garantizar el derecho a la legítima defensa de las mujeres que enfrentan violencia de género.
La iniciativa de ley surge como respuesta a casos en los que mujeres han sido criminalizadas por defenderse de sus agresores, incluso cuando su vida estaba en peligro. Impulsada por la diputada Guillermina Magaly Deandar Robinson (Morena), esta iniciativa busca reformar el Código Penal de Tamaulipas para garantizar que las víctimas de violencia de género no sean castigadas por sobrevivir.
La propuesta establece que las mujeres que actúan en legítima defensa no deben ser juzgadas como homicidas comunes y asegura la aplicación de la perspectiva de género en estos casos. Además, protege a quienes intervengan para auxiliar a una mujer en peligro, evitando que su acción sea considerada un delito.
El origen de la Ley Alina
El nombre de la ley proviene del caso de Alina, una mujer que enfrentó un proceso penal tras defenderse de su pareja violenta. Su historia es solo una de muchas que muestran cómo el sistema judicial puede revictimizar a quienes intentan salvar su vida. La propuesta busca evitar que esto siga ocurriendo.
La reforma plantea que si una mujer actúa en defensa propia ante una situación de violencia sistemática, su acción no deberá considerarse un delito. Es decir, cuando haya antecedentes de agresiones previas y la mujer demuestre que su vida estaba en riesgo, su defensa será reconocida como legítima y no será procesada penalmente.
La urgencia de esta reforma
Actualmente, muchas mujeres enfrentan un sistema de justicia que minimiza la violencia de género y las trata como criminales en lugar de víctimas. La Ley Alina busca sentar un precedente para que las víctimas de violencia tengan garantías legales en caso de defenderse.
A pesar del respaldo de colectivos feministas y algunos legisladores, la aprobación de la ley enfrenta obstáculos. La resistencia de ciertos sectores y la falta de perspectiva de género en el sistema judicial son retos a superar. Sin embargo, la discusión ya está en marcha, y cada vez más voces exigen su aprobación.
El camino para que esta iniciativa de ley se convierta en una realidad es complejo, pero el debate ya está abierto. Mientras tanto, es fundamental seguir visibilizando estos casos y exigiendo que el derecho a la legítima defensa de las mujeres sea reconocido y protegido.
Sigue leyendo:
| Vivir Quintana y su nuevo álbum: Corridos en pro de la legítima defensa de las mujeres