Llamarse Olimpia cuenta la historia de cómo una vivencia personal creó un efecto mariposa en la protección de las mujeres. Este documental, dirigido por Indira Cato, acaba de estrenarse en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) y ya está generando un profundo impacto social. Si te interesa conocer cómo una historia de violencia digital se transforma en un movimiento colectivo con consecuencias legales reales, sigue leyendo.

«Llamarse Olimpia» narra la historia de Olimpia Coral Melo, activista poblana que enfrentó la difusión no consentida de un video íntimo. Este hecho traumático no solo marcó su vida, sino que también la llevó a impulsar la Ley Olimpia, legislación pionera en México contra la violencia digital.
A lo largo de setenta y tres minutos, el documental ofrece un enfoque testimonial que conecta con lo emocional y lo jurídico, mostrando el proceso de sanación de Olimpia y su transformación en una referente nacional. Lo que comienza como un relato personal se convierte en una denuncia colectiva. Como dice la directora: “Lo virtual es real. Lo que duele en línea, duele en el cuerpo.”
¿Por qué «Llamarse Olimpia» es más que un documental?
La propuesta de Cato no se limita al testimonio de una sobreviviente. El filme recoge también otras voces, como la de la rapera y activista Prania Esponda, que aporta una mirada artística a la violencia sexual digital. Juntas, componen una narrativa que interpela al espectador desde el cuerpo, la dignidad y la resistencia.
Este proyecto, gestado durante cinco años, fue impulsado por espacios de formación del FICG como Talent Campus y DocuLab. Su estreno en la Cineteca FICG será el 11 de junio, con una segunda función en Cinépolis Centro Magno el día siguiente. Además, compitió por el Premio Mezcal, uno de los galardones más importantes del festival.
El documental como herramienta de transformación social
“Llamarse Olimpia” no sólo visibiliza un tipo de violencia que aún no se comprende del todo en términos legales y culturales; también muestra el poder de la organización y del testimonio para generar cambios estructurales. Este filme destaca en una edición del FICG que celebra el cine con propósito social y feminista.
Durante el rodaje, Olimpia Coral fue reconocida por Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo. Su historia, ahora llevada al cine, pone el foco en una problemática urgente y en una lucha que aún no termina.
Este documental es más que una obra cinematográfica: es una herramienta de memoria, justicia y transformación. Si buscas comprender la violencia digital desde una mirada ética, feminista y profundamente humana, este documental es una experiencia necesaria. ¿Quieres saber cuándo llegará a salas o plataformas? Muy pronto lo sabrás, porque esto apenas comienza.
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