¿Sabías que la mayor participación de las mujeres en la política no solo fortalece la democracia, sino que también puede dinamizar la economía? En México, los avances en representación femenina en la política están mostrando impactos positivos en el crecimiento económico.
En las elecciones federales y locales de 2024, México alcanzó una paridad histórica en el Congreso, con 250 diputadas y 250 diputados, así como 64 senadoras y 64 senadores. Además, se eligió por primera vez a una mujer como Presidenta de la República, marcando un hito en la representación femenina en la política del país.
A nivel local, la representación de las mujeres en las diputaciones se incrementó en 3.7 puntos porcentuales, pasando de 49.8 a 53.5 por ciento entre 2018 y 2024.
Representación femenina en la política y crecimiento económico
Diversos estudios han demostrado que una mayor participación de las mujeres en la política y en la economía está asociada con un crecimiento económico más inclusivo y sostenible. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), si México lograra igualar la tasa de participación económica femenina promedio de los países de la OCDE (67 por ciento), el PIB podría aumentar en 6.9 billones de pesos en la próxima década, es decir, alrededor de 630 mil millones de pesos al año.
Este crecimiento económico no solo se traduce en cifras, sino en mejoras tangibles en la calidad de vida de las personas, como mayor acceso a servicios de salud, educación y oportunidades laborales.
Desafíos persistentes y oportunidades
A pesar de los avances, las mujeres en México aún enfrentan desafíos significativos para una participación plena en la política y la economía. La brecha salarial por hora entre mujeres y hombres es del 12.2 por ciento, y las mujeres enfrentan una penalización por la maternidad, con una reducción salarial del 24 y un 16 por ciento menos de acceso a empleo formal. Además, la participación económica de las mujeres en México es del 46 por ciento, por debajo del promedio de la OCDE. Para alcanzar el nivel de participación que mantiene hoy la OCDE, México tendría que incorporar a 18.6 millones de mujeres a su economía para 2035.
La representación femenina en la política es fundamental no solo para una democracia más equitativa, sino también para impulsar el crecimiento económico de México. Los avances recientes son alentadores, pero es necesario continuar trabajando en políticas públicas que promuevan la igualdad de género en todos los ámbitos. Al fomentar la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones políticas y económicas, México no sólo avanza hacia una sociedad más justa, sino que también desbloquea un potencial económico significativo que beneficiará a toda la población.
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