Cuando hablamos de la Semana Santa, solemos pensar en figuras masculinas como Jesús, Pedro o Pilato. Pero ¿qué hay de las mujeres bíblicas que estuvieron presentes en los momentos más desgarradores de la Pasión? A continuación, visibilizaremos el rol vital de las mujeres importantes en la fe, que desde la compasión, el valor y la fidelidad, sostuvieron la narrativa cristiana cuando otros huyeron o callaron.

Las mujeres bíblicas, lejos de ser personajes secundarios, encarnaron una fe viva y una fuerza espiritual inquebrantable. A pesar de los desafíos y las limitaciones sociales de su época, demostraron una valentía y una determinación admirables. Su legado perdura a través de los siglos, recordándonos que la espiritualidad no tiene género y que la fe puede manifestarse en diversas formas. En Semana Santa, es relevante recordarlas.
María, madre de Jesús: fortaleza en el dolor
María no solo fue madre de Jesús, sino testigo de su agonía. Su presencia al pie de la cruz representa una forma radical de amor: acompañar incluso cuando no se puede hacer más que estar. En el relato de la Semana Santa, su silencio y firmeza son una lección de entrega y resiliencia que ha marcado la teología y la espiritualidad cristiana durante siglos.
María Magdalena: testigo de la Resurrección
Entre todas las mujeres bíblicas, María Magdalena ocupa un lugar central. Fue una discípula cercana a Jesús, estuvo presente en la crucifixión y fue la primera persona en verlo resucitado. Este hecho la convierte en la primera anunciadora de la Resurrección, rol que históricamente se ha invisibilizado. Su historia es un llamado a reconocer el liderazgo espiritual de las mujeres en las comunidades de fe.
Santa Verónica: compasión activa
Aunque no aparece en los evangelios canónicos, la figura de Verónica ha sido adoptada por la tradición cristiana como símbolo de consuelo y valentía. Según la leyenda, limpió el rostro de Jesús en su camino al Calvario, y su imagen quedó impresa en el paño. Este gesto aparentemente simple se convierte en un acto de profunda humanidad en medio del horror.
María de Cleofás y María Salomé: presencia constante
Estas dos mujeres también estuvieron en la crucifixión y fueron testigos del entierro de Jesús. Su presencia silenciosa pero firme acompaña a María, la madre de Jesús, y refuerza el papel fundamental que muchas mujeres jugaron en los momentos más críticos del relato bíblico.
Mujeres Bíblicas: Un legado de resistencia y fe
Las mujeres importantes en la fe que acompañaron a Jesús durante la Semana Santa nos invitan a repensar el lugar que históricamente se les ha asignado en la tradición religiosa. Reconocerlas no solo es un ejercicio de justicia histórica, sino una forma de ampliar nuestra comprensión de la espiritualidad y el liderazgo femenino.
Estos personajes femeninos bíblicos siguen presentes hoy, no como símbolos pasivos, sino como referentes de fuerza, dignidad y amor incondicional.
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