La violencia económica es una forma oculta y muchas veces ignorada de abuso, pero su impacto en la vida de las mujeres es profundo. Este tipo de violencia no solo afecta la estabilidad financiera, sino que también limita la autonomía y el bienestar emocional de las víctimas. En México, la violencia económica está en aumento, y entender sus manifestaciones es clave para poder abordarla y prevenirla. Pero, ¿qué es exactamente y cómo se manifiesta?

La violencia económica se refiere al control o coacción sobre los recursos financieros de una persona, generalmente dentro de una relación de pareja o familiar. Esto puede incluir el chantaje económico, la manipulación de recursos o la privación de dinero con el fin de someter a la persona a una situación de dependencia.
En el caso de las mujeres en México, esta violencia puede tomar diversas formas, como la negativa a proporcionar recursos básicos, el control estricto de los ingresos o la manipulación de las finanzas familiares para que las mujeres no tengan acceso a su dinero o propiedades.
Estadísticas alarmantes sobre la violencia económica en México
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), en 2021, el 27.4 por ciento de las mujeres mayores de 15 años en México reportaron haber sufrido violencia en materia económica a lo largo de su vida. Este dato es alarmante, ya que refleja la magnitud del problema y pone de manifiesto que una de cada cuatro mujeres experimenta algún tipo de abuso financiero.
Más específicamente, el 19.1 por ciento de las mujeres mexicanas han sido controladas económicamente, ya sea a través de chantajes, coacción o despojo de recursos. Además, algunas entidades federativas como el Estado de México y la Ciudad de México reportan cifras extremadamente altas de casos: 1,892,322 y 1,117,229 casos respectivamente.
¿Cómo afecta a las mujeres?
El control sobre los recursos financieros es una de las formas más poderosas de ejercer violencia en una relación de poder. Al limitar el acceso a recursos, se restringe la autonomía y la capacidad de las mujeres para tomar decisiones libres sobre su vida. Las mujeres que enfrentan violencia en materia económica a menudo no tienen la opción de dejar una relación abusiva, ya que dependen completamente de su agresor para satisfacer sus necesidades básicas.
Además, la violencia económica puede tener consecuencias a largo plazo en la salud emocional y mental de las víctimas, generando un ciclo de dependencia, inseguridad y ansiedad.
¿Qué podemos hacer para prevenir este tipo de violencia?
La violencia en materia económica a menudo se oculta debido a la falta de recursos para denunciarla, el miedo a las represalias y la dependencia financiera. Por esta razón, es crucial crear conciencia sobre el tema y proporcionar a las mujeres las herramientas necesarias para reconocer las señales de abuso económico y buscar apoyo.
Las políticas públicas y las iniciativas de sensibilización son esenciales para combatir la violencia. Es necesario que tanto la sociedad como el Estado trabajen de la mano para garantizar la autonomía económica de las mujeres y, por ende, su bienestar.
Es fundamental también promover la educación financiera, para que las mujeres tengan acceso a la información y los recursos que les permitan manejar sus propios ingresos y recursos de manera independiente, protegiéndolas de futuras formas de abuso económico.
La violencia económica es un fenómeno complejo que afecta a millones de mujeres en México y en el mundo. Es esencial comprender sus manifestaciones, sus consecuencias y cómo impactan las relaciones de poder dentro de la familia y la sociedad. Solo a través de una mayor sensibilización y educación podemos lograr que las mujeres ejerzan su autonomía económica y se liberen de la violencia.
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