Si últimamente sientes que todo te sobrepasa, que cualquier tarea mínima te agota o que no tienes claridad mental ni energía para el día a día, no estás sola. El desgaste emocional, especialmente en mujeres que sostienen el hogar, el trabajo y los cuidados, tiene raíces estructurales que muchas veces se silencian. En este artículo te compartimos hábitos contra el estrés y el agotamiento que están respaldados por la ciencia y que puedes comenzar a practicar desde hoy.

El estrés constante altera el equilibrio hormonal, eleva los niveles de cortisol, disminuye la calidad del sueño y afecta incluso el sistema inmunológico. Por eso, hablar de autocuidado no es superficial, es una cuestión de salud. Implementar hábitos contra el estrés y el agotamiento no implica soluciones mágicas, sino acciones pequeñas y sostenidas que recuperan tu energía vital.
¿Qué dice la ciencia sobre el estrés? Hábitos contra el estrés y el agotamiento
- Ejercicio regular: cuerpo en movimiento, mente en calma. Moverte todos los días ayuda a liberar tensiones y a equilibrar tus emociones. Estudios han comprobado que caminar al menos 30 minutos, practicar yoga o nadar reduce significativamente el cortisol y mejora la calidad del sueño. A largo plazo, también disminuye síntomas de ansiedad y fatiga mental. Realiza tres sesiones semanales de ejercicio moderado (de 30 minutos) y camina al menos 10 minutos al día. Esto ayuda a mantener tus niveles de energía y regula el estado de ánimo.
- Higiene del sueño: dormir bien sí importa. Dormir entre 7 y 9 horas es clave para restaurar tu cuerpo y tu mente. Un buen descanso regula la inflamación, mejora el estado emocional y permite que el sistema nervioso se recupere. Sin embargo, muchas mujeres ven su sueño interrumpido por las cargas de cuidado o el estrés acumulado. Cosas como limitar la cafeína después de las 3 p. m., evitar pantallas al menos dos horas antes de dormir y establecer una rutina relajante con meditación, lectura o respiración lenta ayudan. Asegura que tu cuarto esté oscuro, fresco y silencioso.
- Mindfulness y respiración, poderosas herramientas contra el estrés. Entre las mejores recomendaciones para el estrés, las técnicas de respiración y atención plena han demostrado reducir la presión arterial y los niveles de ansiedad. Prácticas como el método 4‑7‑8 o la meditación guiada bajan el ritmo del sistema nervioso y generan claridad mental. Según Health Psychology Review, solo 30 minutos diarios de mindfulness reducen el cortisol en un treinta por ciento. Dedica entre 5 y 10 minutos diarios a practicar respiración consciente. Si trabajas muchas horas, tómate pausas para estirarte y reconectar con tu cuerpo.
Una práctica feminista del autocuidado
Integrar hábitos contra el estrés y el agotamiento no es solo una estrategia personal, es también una forma de resistencia. El sistema nos exige rendimiento constante sin valorar los cuidados ni el desgaste. Estos tres hábitos no resuelven la raíz estructural del problema, pero sí ofrecen herramientas cotidianas para protegerte, recuperarte y sostenerte. El autocuidado, como dicen muchas voces feministas, también es colectivo y político.
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