¿Puede una ingeniera cambiar el rumbo de la inteligencia artificial global? Timnit Gebru no solo cree que sí: lo está haciendo. Su historia desafía el statu quo de la tecnología y plantea una pregunta urgente para toda la sociedad: ¿quién se beneficia y quién queda fuera cuando dejamos que la IA avance sin control ético?

Timnit Gebru, ingeniera nacida en Adís Abeba, Etiopía, es hoy una de las voces más influyentes en el debate sobre el desarrollo de tecnologías justas. Su trayectoria académica la llevó de Stanford a los laboratorios de Silicon Valley, donde se especializó como experta en IA. Pero su mirada no se limitó al avance técnico: desde el inicio, cuestionó los efectos sociales de los algoritmos.
Su investigación inicial mostró cómo los sistemas de visión computacional podían inferir datos demográficos a partir de imágenes, revelando lo invasiva que puede ser la IA en la vida cotidiana. Más aún: expuso cómo estas herramientas perpetúan sesgos raciales y de género cuando no se diseñan con conciencia crítica.
Black in AI: representatividad y resistencia de Timnit Gebru
En 2016, Gebru cofundó Black in AI, una red que visibiliza y apoya a personas negras dentro del mundo de la inteligencia artificial. Esta iniciativa nació al notar la ausencia casi total de mujeres negras en conferencias del sector. Hoy, Black in AI es una plataforma de activismo y mentoría que cuestiona la falta de diversidad en los espacios tecnológicos.
La carrera de Gebru dio un giro en 2020, cuando fue despedida de Google tras autorizar un artículo que advertía sobre los peligros de los grandes modelos de lenguaje, como los sesgos discriminatorios y la falta de transparencia. Su despido generó una ola de apoyo internacional, y visibilizó las tensiones entre la investigación ética y los intereses corporativos. Este momento marcó un antes y un después: mostró cómo incluso dentro de las grandes tecnológicas, cuestionar el poder tiene consecuencias.
DAIR: otro modelo de investigación es posible
Lejos de rendirse, Timnit Gebru fundó el Distributed AI Research Institute (DAIR), un centro independiente que estudia los impactos de la IA desde una perspectiva centrada en la justicia social. DAIR busca responder a una pregunta clave: ¿qué pasaría si las comunidades más afectadas por la IA también participaran en su diseño?
El trabajo de la ingeniera no solo es técnico: es político. Pone en evidencia que la tecnología no es neutral, y que detrás de cada algoritmo hay decisiones que pueden perpetuar desigualdades o desmantelarlas. En un momento donde la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, su liderazgo recuerda que no basta con que la IA funcione: debe funcionar para todas las personas. La historia de Timnit Gebru no ha terminado. Y su lucha, apenas comienza.
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