¿Ser madre y trabajar debería ser un riesgo para la salud? Aunque el sentido común diría que no, la realidad para muchas madres trabajadoras demuestra que los entornos laborales aún tienen deudas pendientes en garantizar derechos básicos durante la maternidad y la lactancia. Te contamos qué revelan los datos más recientes y por qué es urgente poner este tema en el centro de la conversación sobre trabajo y maternidad.

La relación trabajo y maternidad puede ser más complicada de lo que se piensa. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las madres trabajadoras enfrentan mayores niveles de exposición a riesgos físicos, químicos y psicosociales, especialmente en sectores como la salud, la manufactura y los servicios.
Un informe de la OIT de 2020 evidenció que el periodo de embarazo y lactancia es especialmente sensible. Sustancias tóxicas, posturas forzadas, cargas físicas pesadas y estrés pueden poner en riesgo no solo la salud de la mujer, sino también la del bebé.
Lactancia y trabajo: ¿realmente hay condiciones adecuadas?
Aunque muchos países han avanzado en normas que protegen la lactancia en el empleo, en la práctica, el cumplimiento es insuficiente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, pero la falta de espacios seguros y tiempos flexibles en los centros de trabajo obstaculiza esta práctica.
De hecho, un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reporta que solo un 40 por ciento de las madres profesionistas cuentan con salas de lactancia adecuadas en sus lugares de trabajo.
Trabajo y Maternidad: ¿Qué protecciones existen y cuáles son las brechas?
Algunas de las medidas legales más comunes incluyen:
- Licencia por maternidad antes y después del parto.
- Reducción de jornada laboral para la lactancia.
- Prohibición de asignar tareas de riesgo durante el embarazo.
Sin embargo, existen grandes brechas:
- Falta de inspección: Las autoridades laborales no siempre supervisan el cumplimiento de los derechos de las madres trabajadoras.
- Precariedad e informalidad: Según la OIT, en 2023 el 58 por ciento de las mujeres en América Latina trabajaban en empleos informales, donde estas protecciones prácticamente no existían.
- Discriminación laboral: Muchas mujeres enfrentan obstáculos para ser contratadas o promovidas por estar embarazadas o tener hijos pequeños.
Trabajo y maternidad no deberían ser conceptos en tensión. Para asegurar la igualdad real, es indispensable crear entornos laborales seguros, respetuosos de la lactancia y libres de discriminación para las madres trabajadoras y las madres profesionistas. Sin protección efectiva, hablar de derechos laborales sigue siendo, en muchos casos, una promesa incumplida.
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