¿Cómo se construye una democracia desde los márgenes, desde las casas y los cuerpos? Un día como hoy, 8 de abril, falleció Julieta Kirkwood, y todavía nos seguimos haciendo esa pregunta. Su nombre resuena con fuerza cuando se habla de feminismo, derechos humanos y transformación social en Chile. Hoy, al recordar su vida, vale la pena revisar no solo su trayectoria, sino también por qué su pensamiento sigue más vigente que nunca.

Julieta Kirkwood Bañados fue una politóloga y socióloga chilena, nacida en Santiago en 1936. Formó parte de una generación de mujeres que comenzó a conquistar espacios educativos que antes les eran negados. Estudió Sociología y Ciencias Políticas en la Universidad de Chile y vivió una formación marcada por el impacto de los movimientos sociales internacionales, como la Revolución de Mayo del 68.
En 1972, ingresó como docente e investigadora a FLACSO, donde comenzó a trabajar un enfoque teórico sobre género, inédito en el ámbito académico chileno de la época. Fue una de las primeras en pensar y escribir sobre la política desde una mirada feminista en América Latina.
Escritura y pensamiento feminista
Julieta Kirkwood no solo fue una académica, sino una teórica clave del feminismo latinoamericano. Sus libros Ser política en Chile, Tejiendo rebeldías y Feminarios abrieron caminos para entender el poder, la ciudadanía y el género desde una mirada crítica y situada en la realidad chilena. En ellos, cuestionó el patriarcado, la exclusión de las mujeres en los partidos políticos y la falta de democracia en la vida cotidiana.
Activismo: democracia más allá de las urnas
Además de su labor intelectual, Kirkwood fue una activista comprometida. Participó en el Círculo de Estudios de la Mujer, que luego dio origen a La Morada y al Centro de Estudios de la Mujer (CEM). También integró el MEMCh 83 y la Coordinadora Nacional Sindical.
En 1983, en plena dictadura de Pinochet, cofundó el movimiento feminista opositor con una consigna que resume su pensamiento: «Democracia en el país, en la casa y en la cama». Esa frase, aún hoy, sigue interpelando estructuras de poder.
Julieta Kirkwood: Un legado vigente
Julieta Kirkwood falleció el 8 de abril de 1985 a los 49 años, víctima de cáncer. Aunque su vida fue breve, su impacto ha sido profundo y duradero. Su legado continúa nutriendo el pensamiento feminista y los estudios de género en América Latina, y su figura es un punto de referencia para quienes luchan por una democracia real, inclusiva y con justicia social. Recordarla no es solo un acto de memoria, sino una invitación a seguir tejiendo rebeldías.
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