¿Qué puede enseñarnos hoy una mujer que murió hace casi cuatro décadas? En este aniversario de su fallecimiento, la figura de Simone de Beauvoir sigue tan vigente como cuando escribió «El segundo sexo». Su pensamiento desafió estructuras patriarcales, impulsó cambios históricos y sigue siendo una brújula para quienes defienden la igualdad. Quédate hasta el final y descubre por qué su legado no ha perdido fuerza.

Simone de Beauvoir nació en París el 9 de enero de 1908 y falleció un 14 de abril de 1986. A lo largo de su vida, se consolidó como una influyente escritora y filósofa, y una militante feminista que revolucionó el pensamiento occidental. Proveniente de una familia burguesa y educada en un entorno católico, pronto rompió con las normas impuestas a las mujeres de su época.
Estudió filosofía en la Sorbona, donde conoció a Jean-Paul Sartre. Con él mantuvo una relación profunda que fue, ante todo, intelectual. Juntos desarrollaron las bases del existencialismo, pero fue Simone quien abrió el camino a un feminismo crítico y transformador.
“El segundo sexo”: una obra fundacional
Publicado en 1949, “El segundo sexo” es su ensayo más emblemático. En él, de Beauvoir desmonta la idea de que las mujeres están determinadas por su biología, y lanza una de las frases más citadas del pensamiento feminista: “No se nace mujer, se llega a serlo.”
Esta obra no solo marcó un antes y un después en la teoría feminista. También cuestionó las construcciones sociales que subordinan a las mujeres, y abrió debates que siguen siendo relevantes en la actualidad.
Simone de Beauvoir: Escritora comprometida con las causas sociales
Además de filósofa, Simone de Beauvoir fue una prolífica novelista y ensayista. Obras como “Los mandarines” (Premio Goncourt, 1954) y “Memorias de una joven formal» (1958) permiten comprender su mirada crítica sobre la vida, el poder, la cultura y el papel de las mujeres en la sociedad. Como activista, participó activamente en la lucha por los derechos reproductivos. Fue una de las firmantes del «Manifiesto de las 343», en el que mujeres reconocidas confesaban haber abortado para exigir legalización y justicia.
Tras la muerte de Sartre, de Beauvoir publicó “La ceremonia del adiós» (1981), un retrato íntimo de sus últimos años juntos. Falleció en 1986, pero su influencia perdura. Fue enterrada junto a Sartre en el cementerio de Montparnasse, cerrando así una vida marcada por el pensamiento, la rebeldía y la ética pública. Hoy, recordar a Simone de Beauvoir no es solo un ejercicio de memoria: es un llamado a seguir construyendo un mundo más justo e igualitario, con su pensamiento como guía. ¿Estás lista para redescubrirla?
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