¿Qué lleva a una madre a transformar el dolor personal en una red de apoyo para miles de familias? La historia de Teresa Oñate no solo responde a esa pregunta, sino que también muestra cómo el compromiso individual puede convertirse en una causa colectiva. Su nombre se ha vuelto clave cuando se habla de visibilización, atención y lucha contra el estigma en torno al Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) en España.

Teresa Oñate se convirtió en activista por necesidad. Su hijo comenzó a mostrar síntomas de TLP a los 11 años. La falta de un diagnóstico claro, sumada a la ausencia de recursos públicos adecuados, lo llevaron a situaciones extremas, incluida la cárcel. Este punto de quiebre fue el motor para que Teresa se uniera a otras madres en Madrid con una preocupación en común: la desatención estructural hacia este trastorno de salud mental.
Así nació la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación del Trastorno Límite de la Personalidad (AMAI TLP), de la que hoy Oñate es presidenta. Desde ahí, ha impulsado una transformación profunda en la manera en que se aborda esta condición.
Teresa Oñate: presidenta de la AMAI TLP y referente nacional
Bajo su liderazgo, AMAI TLP ha crecido exponencialmente. Actualmente atienden más de 6,000 consultas al año y cuentan con un equipo de más de 20 profesionales especializados. Este crecimiento no es solo numérico: la asociación ofrece talleres, acompañamiento familiar, un piso tutelado y, lo más innovador, programas de detección precoz en colegios. Todo con un enfoque comunitario y centrado en la dignidad de quienes conviven con el TLP.
La labor de Teresa Oñate también ha sido clave en la sensibilización pública. Ha participado activamente en jornadas técnicas y eventos, como la XV Jornada Técnica de TLP, donde remarcó la importancia de la investigación y la divulgación para avanzar en la atención integral del trastorno. Esta visibilidad, desde una perspectiva ética y comprometida, ha ayudado a que el TLP deje de ser un tema tabú.
Además, su voz ha sido escuchada en espacios institucionales como la elaboración del Libro Blanco de la Atención a la Salud Mental en la Comunidad de Madrid, en el que aportó una visión basada en la experiencia vivida, tanto personal como profesional.
Compromiso, ética y lucha colectiva
Teresa Oñate ha demostrado que no es necesario tener una formación previa en salud mental para generar impacto. Lo que sí se necesita es compromiso, organización y ética. En un contexto donde las mujeres siguen siendo las principales cuidadoras y gestoras de redes de apoyo informal, su historia es también un ejemplo de liderazgo con perspectiva de género.
Y es que su labor no solo mejora la vida de personas con TLP, sino que también denuncia las brechas estructurales que enfrentan las familias. Por eso, su nombre debe estar presente cada vez que se hable de salud mental, cuidados y justicia social.
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