Cada 25 de abril se conmemora el Día Mundial del Paludismo, una fecha que visibiliza una de las enfermedades más mortales del mundo, pero ¿sabías que tres mujeres científicas cambiaron el rumbo de esta lucha silenciosa? A continuación, te contamos quiénes son y por qué su trabajo marcó un antes y un después en la historia de la salud pública.

El paludismo, también conocido como malaria, es una enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Anopheles. Aunque se ha reducido en varias regiones del mundo, aún mata a más de 600 mil personas al año, principalmente en África. A pesar del impacto, durante décadas la investigación se centró en figuras masculinas, invisibilizando el rol clave de muchas científicas.
Tu Youyou: La medicina tradicional que salvó millones de vidas
En medio de la Guerra Fría y sin acceso a bibliografía científica internacional, Tu Youyou, investigadora china, estudió antiguos textos médicos de su país. Allí encontró referencias a una planta: Artemisia annua. Su trabajo derivó en el aislamiento de la artemisinina, un compuesto que revolucionó el tratamiento de la enfermedad.
Gracias a este hallazgo, recibió el Premio Nobel de Medicina en 2015, convirtiéndose en la primera mujer china en obtenerlo. Su investigación no solo salvó millones de vidas, sino que demostró el poder del conocimiento tradicional y la importancia de abrir la ciencia a otras perspectivas.
Ann Bishop: La pionera que desafió la resistencia del parásito
Desde el Reino Unido, la parasitóloga Ann Bishop dedicó su carrera a entender el comportamiento del Plasmodium, el parásito responsable del padecimiento. Durante la Segunda Guerra Mundial, su trabajo fue clave para desarrollar tratamientos eficaces cuando los soldados británicos enfermaban en zonas tropicales.
Bishop también estudió cómo el parásito generaba resistencia a fármacos, anticipando un problema que aún hoy preocupa a la comunidad científica: la eficacia de los tratamientos a largo plazo.
Ernestine H. B. Thurman: Estrategias comunitarias contra los mosquitos
En los años 50, la entomóloga estadounidense Ernestine H. B. Thurman lideró campañas de control de la malaria en Tailandia. Su enfoque se centró en eliminar al mosquito vector, desarrollando estrategias de prevención comunitaria y programas de fumigación.
Thurman combinó ciencia y trabajo territorial, demostrando que la lucha contra la malaria no es sólo médica, sino también política y social.
Día Mundial del Paludismo: una oportunidad para visibilizar
Recordar el trabajo de estas científicas en el Día Mundial del Paludismo no es solo un acto de justicia histórica. También es una forma de inspirar a nuevas generaciones de mujeres a liderar investigaciones científicas desde miradas diversas y comprometidas con la equidad.
La lucha contra el paludismo continúa, pero gracias a ellas, hoy estamos un paso más cerca de vencerlo. ¿Qué otras historias invisibilizadas podrían cambiar el rumbo de nuestras luchas actuales?
Sigue leyendo:
| ¿Qué es la violencia institucional y por qué afecta especialmente a las mujeres?
| ¿Qué es la equidad sustantiva y por qué va más allá de la igualdad?