Lo que no te han contado sobre la «alimentación saludable». Si alguna vez has sentido culpa por comer un postre o has contado calorías con miedo a «romper la dieta», no es casualidad.

La cultura de la dieta ha impuesto reglas que no solo afectan la salud, sino que también refuerzan la violencia patriarcal sobre nuestros cuerpos. Pero, ¿y si todo lo que creíamos sobre la «alimentación ideal» estuviera sesgado?
¿Qué es la dieta patriarcal y cómo nos afecta?
El concepto de «dieta patriarcal» se refiere al conjunto de normas alimentarias que imponen expectativas irreales sobre el cuerpo femenino. Desde niñas, nos enseñan que «comer poco es elegante», que «los carbohidratos engordan» o que «el cuerpo perfecto es delgado». Estas ideas no solo generan ansiedad y trastornos alimenticios, sino que también perpetúan la desigualdad de género.
La cultura de la dieta nos vende la idea de que el autocontrol es sinónimo de salud. Sin embargo, muchas de estas «recomendaciones» se basan en ideales estéticos y no en evidencia científica. Dietas extremas, restricciones y miedo a ciertos alimentos generan estrés y pueden afectar la relación con la comida de forma negativa.
Mitos alimentarios que debemos desmontar
- «Los carbohidratos son malos»: Esta afirmación es incorrecta. Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, proporcionando 4 calorías por gramo. Se encuentran en una amplia variedad de alimentos, incluidos los cereales, las frutas, las verduras y los productos lácteos.
- «Comer de noche engorda»: La ganancia de peso no depende únicamente de la hora en que se consumen los alimentos, sino de la cantidad total de calorías ingeridas y gastadas. Sin embargo, algunos estudios sugieren que consumir alimentos durante la noche, especialmente después de las 8:00 p.m., se asocia significativamente con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. Además, cenar al menos dos horas antes de ir a dormir puede ayudar a mantener un peso saludable.
- «La comida saludable es solo ensaladas»: Esta es una percepción limitada. Una alimentación saludable abarca una amplia variedad de alimentos que proporcionan los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo. Esto incluye frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables. Por ejemplo, la pasta konjac es una alternativa saludable a la pasta tradicional, casi libre de calorías y carbohidratos, que puede combinarse con proteínas y grasas saludables en recetas equilibradas.
Para romper con la dieta patriarcal, es fundamental recuperar la autonomía sobre nuestros cuerpos. Esto implica escuchar las necesidades del organismo, comer sin culpa y entender que la salud no depende del peso. La alimentación debe ser un acto de cuidado propio, no de control.
Claves para una alimentación libre de mandatos
Cuestiona los discursos de la cultura de la dieta.
Prioriza el bienestar sobre la apariencia.
Disfruta la comida sin remordimientos.
La verdadera revolución comienza cuando dejamos de ver la comida como un enemigo y la convertimos en un aliado. ¿Estás lista para cambiar la forma en que te relacionas con la alimentación?
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