“¿Estoy siendo una buena madre?” Esa duda constante es una carga emocional que muchas mujeres enfrentan a diario, especialmente cuando el cansancio y la presión se acumulan. A pesar de que se habla cada vez más de bienestar psicológico, la salud mental materna sigue siendo un tema invisibilizado en México.

La salud mental materna se refiere al bienestar emocional, psicológico y social de las mujeres durante el embarazo y el posparto. Incluye condiciones como la depresión perinatal, la ansiedad y el burnout parental. Estos trastornos pueden afectar la capacidad de las madres para cuidar de sí mismas y de sus hijos.
Depresión postparto: una realidad frecuente
En México, la depresión postparto afecta entre el 6.6 y 24.6 por ciento de las mujeres, según el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz . Los síntomas incluyen tristeza persistente, irritabilidad, fatiga extrema, insomnio y dificultad para concentrarse. A pesar de su prevalencia, muchas mujeres no buscan ayuda debido al estigma asociado con la maternidad y la salud mental.
Burnout materno: el agotamiento invisible
El burnout materno es una forma de agotamiento emocional y físico que resulta del estrés crónico asociado con las responsabilidades de la crianza. Se manifiesta como fatiga constante, irritabilidad, insomnio y una sensación de inadecuación en el rol materno. Este fenómeno es común entre las madres que enfrentan múltiples demandas sin el apoyo adecuado.
La culpa materna: una carga emocional
Muchas madres experimentan sentimientos de culpa por no cumplir con las expectativas sociales de ser «la madre perfecta». Esta presión puede intensificar los síntomas de depresión y burnout, creando un ciclo difícil de romper. Es fundamental reconocer que la maternidad no debe ser sinónimo de sacrificio absoluto y que buscar ayuda es un acto de fortaleza, no de debilidad.
La importancia de visibilizar y atender la salud mental materna
A pesar de la alta prevalencia de trastornos de salud mental entre las madres mexicanas, el acceso a servicios de salud mental sigue siendo limitado. Según el Instituto Nacional de Psiquiatría, dos de cada diez mujeres desarrollan depresión durante el embarazo o el primer año tras el parto, y el 75 por ciento de ellas no recibe diagnóstico ni tratamiento adecuado. Ante esta realidad, existen alternativas que se pueden hacer:
- Promover la educación y sensibilización: Es crucial informar a la sociedad sobre la salud mental materna para reducir el estigma y fomentar la empatía.
- Mejorar el acceso a servicios de salud mental: Es necesario fortalecer el sistema de salud para ofrecer atención psicológica y psiquiátrica accesible y de calidad a las madres.
- Fomentar redes de apoyo: La creación de grupos de apoyo y la participación de la comunidad pueden proporcionar a las madres el respaldo necesario para enfrentar los desafíos de la maternidad.
La salud mental materna es un aspecto fundamental del bienestar de las familias y la sociedad en general. Reconocer y atender las necesidades emocionales de las madres no solo mejora su calidad de vida, sino que también contribuye al desarrollo saludable de sus hijos. Es hora de romper el silencio y brindar el apoyo que las madres mexicanas merecen.
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