¿Sabías que muchas formas de violencia contra niñas y niños ocurren en silencio, dentro de los hogares o escuelas, sin dejar marcas visibles? El maltrato en las infancias es una realidad cotidiana en México, pero pocas veces se habla de sus múltiples expresiones y de cómo el entorno normaliza estas prácticas. La urgencia de visibilizar estas violencias no es solo legal o política: es ética.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el maltrato infantil como “todas las formas de daño físico, sexual, emocional o negligencia que afectan la salud, desarrollo o dignidad del niño o niña”. No se trata solo de golpes o castigos físicos. El grito constante, la indiferencia, el control excesivo o los toques inapropiados también son formas de maltrato en las infancias, incluso si la intención no es dañar.
En México, la violencia contra niñas y niños es estructural. De acuerdo con datos presentados en 2023 por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), al menos 6 de cada 10 niñas y niños han sufrido algún tipo de maltrato en el entorno familiar. Además, el INEGI reporta que en 2021 se registraron más de 19 mil denuncias por delitos sexuales contra menores, una cifra que solo representa una parte de los casos reales, ya que la mayoría no se denuncia. Este contexto se agrava para niñas, niños indígenas, con discapacidad o en situación de pobreza, quienes enfrentan violencias múltiples y desatención institucional.
¿Por qué se consideran violencias invisibles?
Muchas formas de maltrato en las infancias están normalizadas y no se identifican como tales. Frases como “es por su bien” o “así aprendimos todos” justifican prácticas que vulneran derechos fundamentales. Esta invisibilización impide que las niñas y niños sean escuchados y protegidos.
Además, cuando se trata de abuso sexual infantil, el silencio se impone por miedo, vergüenza o por la cercanía con el agresor. Según Early Institute, en 8 de cada 10 casos de abuso, el perpetrador es un familiar o alguien cercano.
¿Qué podemos hacer para prevenir y atender el maltrato en las infancias?
- Escuchar activamente a niñas y niños sin minimizar lo que sienten o dicen.
- Promover la educación en derechos desde la primera infancia.
- Capacitar a docentes, cuidadores y madres/padres en crianza respetuosa.
- Exigir políticas públicas con enfoque de género, interseccional y centradas en la niñez.
El maltrato en las infancias no siempre grita, pero deja huellas profundas. Visibilizarlo es el primer paso para construir espacios seguros y amorosos, donde todas las infancias puedan crecer con dignidad, respeto y sin miedo.
Sigue leyendo:
| Las Niñas También Lideran: liderazgo y autonomía desde la infancia
| Juguetes, ropa y cuentos: reproducción de desigualdades desde la infancia